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Si SГіlo Fuera Para Siempre
Sophie Love


La Posada de Sunset Harbor #4
“La habilidad de Sophie Love para impartir magia a sus lectores está exquisitamente forjada en frases y descripciones poderosamente evocadoras....Este es el romance perfecto o lectura de playa, con una diferencia: su entusiasmo y hermosas descripciones ofrecen una atención inesperada a la complejidad no sólo del amor en evolución, sino también de las psiques en evolución. Es una deliciosa recomendación para lectores románticos que buscan un toque más complejo de sus lecturas románticas”.

–-Reseña del libros Midwest (Diane Donovan re Por Ahora y Siempre)



SI SГ“LO FUERA PARA SIEMPRE es el libro #4 de la serie romГЎntica La Posada en Sunset Harbor, que comienza con el libro #1, Por Ahora y Para Siempre, ВЎuna descarga gratuita!



Emily Mitchell, de 35 aГ±os, ha huido de su trabajo, de su apartamento y de su ex-novio en la ciudad de Nueva York para ir a la histГіrica y abandonada casa de su padre en la costa de Maine, necesitando un cambio en su vida y decidida a convertirla en una posada. Ella nunca habГ­a esperado, sin embargo, que su relaciГіn con su cuidador, Daniel, le diera la vuelta a su vida.



Emily todavГ­a estГЎ tambaleГЎndose por la propuesta de Daniel. Como todo parecГ­a estar en su lugar en su vida, ella esperaba un aГ±o de compromiso emocionante, desde el reservar un lugar y la compra de un vestido de novia, hasta la creaciГіn de su lista de invitados, hasta la fijaciГіn de una fecha.



Pero no todo va como estaba planeado. Los interminables eventos del aГ±o de compromiso aГ±aden mГЎs estrГ©s que alegrГ­a, poniendo presiГіn sobre su relaciГіn a medida que se ven forzados a tomar decisiones difГ­ciles. Adaptarse a la vida como padres no lo hace mГЎs fГЎcil, ya que Chantelle se encuentra con problemas en la escuela y mientras se avecina una batalla por la custodia. A medida que se acercan la Navidad y el AГ±o Nuevo, el estrГ©s se agrava.



Mientras tanto, a medida que la posada aГ±ade nuevos huГ©spedes y personal y a medida que encuentran mГЎs antigГјedades de valor incalculable, Emily descubre un secreto sorprendente que sГіlo puede llevarla un paso mГЎs cerca de encontrar a su padre.



ВїElla y Daniel se casarГЎn? ВїO el estrГ©s del compromiso los separarГЎ para siempre?



SI SГ“LO FUERA PARA SIEMPRE es el libro #4 de una nueva y deslumbrante serie romГЎntica que te harГЎ reГ­r, llorar, y te mantendrГЎ dando vuelta las pГЎginas hasta altas horas de la noche, y te harГЎ enamorarte del romance una y otra vez.



El libro #5 estarГЎ disponible pronto.



“Una novela muy bien escrita, que describe la lucha de una mujer (Emily) para encontrar su verdadera identidad. La autora hizo un trabajo increíble con la creación de los personajes y su descripción del entorno. El romance está ahí, pero no es una sobredosis. Felicitaciones a la autora por este increíble comienzo de una serie que promete ser muy entretenida”.

–-Reseñas de libros y películas, Roberto Mattos (re Por Ahora y Siempre)





Sophie Love

SI SOLO FURA PARA SIEMPRE




SI SOLO FURA PARA SIEMPRE




(LA POSADA DE SUNSET HARBOR—LIBRO 4)




S O P H I EВ  L O V E



Sophie Love

Como apasionada de toda la vida del género romántico, Sophie Love se enorgullece de presentar su primera serie romántica: POR AHORA Y SIEMPRE (LA POSADA DE SUNSET HARBOR – LIBRO 1).



ВЎA Sophie le encantarГ­a oГ­r tu opiniГіn, asГ­ que por favor visita www.sophieloveauthor.com para escribir un correo electrГіnico, para unirte a su lista de contactos, recibir ebooks gratis, enterarte de las Гєltimas noticias y seguir en contacto!



Copyright В© 2017 por Sophie Love. Todos los derechos reservados. Con excepciГіn de lo permitido por la Ley de Derechos de Autor de los Estados Unidos de 1976, ninguna parte de esta publicaciГіn puede ser reproducida, distribuida o transmitida de ninguna forma ni por ningГєn medio, ni almacenada en una base de datos o en un sistema de recuperaciГіn de datos, sin el permiso previo del autor. Este ebook tiene licencia sГіlo para su placer personal. Este ebook no puede ser revendido o regalado a otras personas. Si desea compartir este libro con otra persona, por favor compre una copia adicional para cada destinatario. Si estГЎ leyendo este libro y no lo comprГі, o si no lo comprГі para su uso exclusivo, devuГ©lvalo y compre su propia copia. Gracias por respetar el arduo trabajo de este autor. Esta es una obra de ficciГіn. Los nombres, personajes, empresas, organizaciones, lugares, eventos e incidentes son producto de la imaginaciГіn del autor o se utilizan ficticios. Cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, es una coincidencia. Jacket image Copyright Ioana Catalina E, utilizado bajo licencia de Shutterstock.com.



NOVELAS DE SOPHIE LOVE

LA POSADA DE SUNSET HARBOR

POR AHORA Y SIEMPRE (Libro #1)

POR Y PARA SIEMPRE (Libro #2)

PARA SIEMPRE, CONTIGO (Libro #3)

SI SOLO FURA PARA SIEMPRE (Libro #4)




CAPГЌTULO UNO


El anillo era mГЎs hermoso de lo que Emily recordaba. Una banda de plata retorcida estaba entretejida con un azul similar al ocГ©ano. Una familia de perlas anidadas juntas. Era precioso, Гєnico, y tan completamente perfecto.

Un copo de nieve cayГі en la mano de Emily, trayГ©ndola de vuelta al momento. Ella mirГі a Daniel, todavГ­a sobre una rodilla en la playa, olas negras chocando detrГЎs de Г©l, estrellas titilando en el firmamento, y arena pegГЎndose a las piernas de su pantalГіn. Las lГЎgrimas brillaban en sus ojos y Emily sintiГі que sus propios ojos respondГ­an. No podГ­a moverse, no podГ­a estar de pie. La Гєnica cosa que querГ­a hacer era aferrarse a Daniel y nunca dejarlo ir.

Le rodeГі el cuello con sus brazos y acercГі su cuerpo al suyo, besando la piel expuesta de su cuello una y otra vez y luego enrollando sus dedos en su cabello.

–Estoy tan enamorada de ti—susurró.

–Te amo más de lo que las palabras pueden decir—respondió Daniel, sin aliento. Luego, con una pequeña risa, añadió—: Estás temblando.

Emily también se rió, sintiéndose como una niña, despreocupada—. Es por la nieve—dijo.

Finalmente se separaron. Daniel agarrГі la mano de Emily y la puso de pie.

–¿Deberíamos regresar?—preguntó.

Emily pensГі en la fiesta de AcciГіn de Gracias que se celebraba en su posada en este mismo momento. PrГЎcticamente todo el pueblo estaba reunido allГ­; seguramente la ausencia de ella y Daniel ya se habrГ­a notado. Pero ella no querГ­a volver. TodavГ­a no. QuerГ­a quedarse aquГ­ con Daniel el mayor tiempo posible en este momento perfecto.

Emily sacudió la cabeza y se frotó la piel de gallina en sus brazos—. ¿No podemos quedarnos aquí un poco más?

Daniel sonrió tiernamente—. Por supuesto. —la envolvió en sus brazos. Juntos se mecían de un lado a otro, como si bailaran con una música que solo ellos podían oír.

–No puedo esperar a decírselo a Chantelle—murmuró Daniel después de un rato.

Al mencionar a la hija de Daniel, Emily sintiГі una repentina oleada de emociГіn. La niГ±a se alegrarГ­a mucho por ellos. De repente, la idea de volver a la posada parecГ­a mucho mГЎs atractiva. Emily querГ­a desesperadamente ver la cara de Chantelle cuando le dieran la noticia. SerГ­a como un final de cuento de hadas para la niГ±a que habГ­a tenido un comienzo tan terrible en la vida.

–Vamos, regresemos—dijo Emily, saliendo del abrazo y tomando las dos manos de Daniel en la suya.

–¿Estás segura?—preguntó él.

Ella asintiГі. Dar la noticia de su compromiso a Chantelle era ahora el mayor deseo de Emily. De repente se sentГ­a segura y orgullosa, y querГ­a que todo el mundo lo supiera. QuerГ­a pararse en el paseo de la viuda de su posada y gritar la noticia al otro lado de la ciudad para que todo el mundo pudiera oГ­rla a kilГіmetros de distancia.

Pero mientras caminaban por la playa en direcciГіn a la posada, Emily sintiГі que los nervios la empezaban a invadir. Hacer anuncios no era exactamente lo que mГЎs le gustaba hacer, y seguramente no habrГ­a forma de colarse sin que la gente cuestionara su ausencia. Por no mencionar el anillo. No era nada discreto. Cualquiera que tuviera ojos podГ­a verlo brillar desde una milla de distancia.

Emily no pudo evitar imaginar todas esas caras mirГЎndola, algunas con expresiones de apoyo pero otras crГ­ticas. En este momento, su compromiso le pertenecГ­a a ella y a Daniel y a nadie mГЎs. Era algo privado, un estado compartido de felicidad. Pero en cuanto dieran la noticia a los demГЎs, abrirГ­an las puertas de ese espacio sagrado a opiniones externas.

Tal vez no serГ­a asГ­ en absoluto, pensГі Emily mientras avanzaba. Tal vez la gente del pueblo se habrГ­a entusiasmado con las mimosas en su ausencia y estarГ­an tan absortos con su bebida, baile y alegrГ­a que ni siquiera notarГ­an su regreso.

Llegaron al pequeГ±o camino que llevaba de la playa a la calle donde vivГ­an. Emily subiГі primero por la orilla empinada, Daniel la siguiГі. Mientras salГ­a de los ГЎrboles hacia la acera, podГ­a ver las luces de la posada encendidas y oГ­r los sonidos de la mГєsica y las risas que flotaban en el aire. Las mariposas revoloteaban en su estГіmago.

–¿Lista?—Daniel preguntó mientras se paraba a su lado.

Emily respirГі profundamente. Estaba nerviosa pero tambiГ©n se sentГ­a mГЎs segura que nunca, como si pudiera enfrentarse al mundo.

Mano a mano, caminaron lentamente a lo largo del camino, pasando la cochera, que una vez fue el hogar de Daniel, luego subieron los escalones del porche y entraron por la puerta principal de la posada en Sunset Harbor. Inmediatamente, el calor y el brillo los envolvieron. Los reconfortantes olores de la comida de Acción de Gracias – pavo, arándanos, maíz, pastel de calabaza – impregnaban el aire. Emily sintió instantáneamente el amor que fluía a través de la posada.

En ese momento, una sonriente Serena saliГі del comedor y entrГі en el pasillo. Cuando vio a Daniel y Emily parados allГ­, les sonriГі a travГ©s de sus labios pintados de rojo rubГ­. Estaba ligeramente sonrojada, y Emily se preguntГі si tenГ­a algo que ver con una noche de coqueteo recГ­proco con Owen, el pianista.

–Hola—dijo Serena, llamando la atención de Emily—. Me preguntaba adónde se habían ido.

Emily y Daniel se miraron tГ­midamente. Atrapados con las manos en la masa.

Emily descubriГі que de repente se le trabГі la lengua, como una niГ±a traviesa que debГ­a confesar que robГі galletas del tarro. MirГі a Daniel para pedirle ayuda, pero Г©l se veГ­a peor que ella, con una expresiГіn de ciervo con los faros en la cara.

Serena frunciГі el ceГ±o. Luego entrecerrГі los ojos sospechosamente y una pequeГ±a sonrisa apareciГі en sus labios. Claramente ella podГ­a decir que estaban tramando algo.

–Hmm—dijo, acercándose a ellos como un detective—. Nieve en tu pelo. Arena en tus vaqueros. Supongo que han estado en la playa—se frotó la barbilla—. ¿Pero por qué?—se detuvo por un momento, y luego una mirada de realización parpadeó en sus ojos. Jadeando, agarró la mano izquierda de Emily, buscando confirmación del pensamiento que la había golpeado. Al ver el anillo, sus ojos se abrieron de par en par y su boca quedó abierta.

–¡Oh, Dios mío! ¡Estás comprometida!

Emily sintió que el calor subía por sus mejillas. Era la primera vez que escuchaba a alguien decir la palabra “comprometida” en relación con ella y se sentía tan extraño. Todos esos años de desearlo y soñar con ello, y finalmente estaba aquí, en ese estado abstracto de “compromiso”.

Ella asintiГі rГЎpidamente. Serena gritГі y los arrastrГі a ambos a un torpe abrazo, agitando los codos y brazos.

–¿Soy la primera en saberlo?– preguntó Serena cuando los dejó ir, la emoción en su tono creció.

–Sí—confirmó Daniel—. Pero, ¿puedes traer a Chantelle? Quiero que ella lo sepa antes que el resto.

–¡Claro!—exclamó Serena.

Con los ojos nublados, echГі una Гєltima mirada de adoraciГіn al anillo de Emily antes de alejarse, con un paso saltado mientras se alejaba. Emily emitiГі un ruido que estaba entre una risa nerviosa y un gemido de vergГјenza.

Daniel le apretГі la mano de forma tranquilizadora. SentГ­a como si estuviera simultГЎneamente felicitГЎndola por haber sobrevivido a la reacciГіn de una persona mientras la impulsaba en anticipaciГіn a la siguiente revelaciГіn, la que era mucho mГЎs importante.

Emily respirГі profundamente. Su corazГіn latГ­a a una milla por minuto. Ese era. El gran momento.

El volumen de la fiesta se hizo mГЎs fuerte cuando la puerta del comedor se abriГі. Entonces apareciГі la cara de Chantelle, espiando tГ­midamente a su alrededor. Emily escuchГі la voz de Serena desde el otro lado, animando a Chantelle a salir al pasillo.

–¡Adelante, no hay nada de qué preocuparse!

Chantelle saliГі completamente de la habitaciГіn y Serena cerrГі la puerta tras ella, amortiguando el sonido de la alegrГ­a de los invitados una vez mГЎs. Emily encontrГі el silencio repentinamente sofocante.

En un extremo del pasillo estaba Chantelle, con aspecto aterrorizado. En el otro extremo estaban Emily y Daniel, con los nervios igual de palpables. Emily le hizo seГ±as a la niГ±a y Chantelle corriГі hacia ellos.

–¿Estoy en problemas?—preguntó con su vocecita nerviosa—. Serena dijo que necesitaban hablar conmigo.

–¡Dios, no!—gritó Emily. Alcanzó a Chantelle y la llevó a un abrazo de oso—. ¡No estás en ningún problema!—acarició el suave cabello rubio de Chantelle—. Es solo que papá y yo queremos decirte algo. Nada malo.

Chantelle saliГі del abrazo y frunciГі el ceГ±o a Emily, sus ojos azules traicionando su escepticismo. TenГ­a solo siete aГ±os pero ya habГ­a aprendido a sospechar y desconfiar de los adultos.

–¿Me enviarán de vuelta a Tennessee?—dijo audazmente Chantelle, inclinando su barbilla hacia arriba con falsa indiferencia.

–¡No!—exclamó Daniel, sacudiendo la cabeza. Si no hubiera sido una declaración tan triste, habría sido cómico. Buscando terminar con la sensación de fatalidad de Chantelle tan pronto como fuera posible, Daniel se agachó para estar al nivel de los ojos de su hija, tomó sus dos manos en las suyas, y luego, con un gran aliento, exclamó—Emily y yo nos vamos a casar.

Hubo un momento de vacilaciГіn cuando Chantelle escuchГі la noticia. Entonces el miedo se desvaneciГі de su expresiГіn y sus ojos se abrieron con asombro. Una enorme sonrisa se extendiГі por su cara.

–¿En serio?—gritó, mirándolos con asombro.

–Sí, de verdad—dijo Emily.

ExtendiГі su mano para que Chantelle pudiera ver el anillo. Los ojos de Chantelle se abrieron aГєn mГЎs cuando vio como si no creyera en el hermoso anillo que brillaba en el dedo de Emily. Chantelle sostuvo la mano de Emily con fuerza.

–Pensé…—tartamudeó—. Pensé que se estaban deshaciendo de mí. Pero en realidad, se hizo realidad.

–¿Qué se hizo realidad?– preguntó con curiosidad Emily.

–Mi deseo de Acción de Gracias—dijo Chantelle. Todavía estaba agarrando la mano de Emily, y su agarre se apretó—. Deseaba que se casaran para que pudiéramos ser una familia para siempre.

Al oГ­r la sincera revelaciГіn de Chantelle, se formГі un bulto en la garganta de Emily. Ella llamГі la atenciГіn de Daniel. Por la expresiГіn de su cara ella podГ­a decir que su corazГіn se estaba derritiendo tanto como el de ella.

En ese momento, Emily se sintiГі mГЎs bendecida que nunca antes en su vida. De alguna manera las estrellas se habГ­an alineado y enviaron a su Daniel para amarla y a Chantelle para sentirse honrada. Todo se sentГ­a bien.

–¿Puedo ser yo la que se lo diga a todos?– preguntó de repente Chantelle.

–¿Te refieres a todos los que están ahí?– preguntó Emily, señalando hacia la puerta del comedor de donde emanaban los sonidos de risas y charlas.

–Uh-huh. ¿Está bien, o quieren hacer el anuncio ustedes?

–¡Por favor, adelante!– exclamó Emily, aliviada de no tener que ser ella la que lo hiciera.

–¿Puedo hacerlo ahora mismo, en este momento?—preguntó Chantelle, saltando arriba y abajo.

Emily sonriГі. La reacciГіn de Chantelle la habГ­a hecho mГЎs que lista para este momento. Ver su emociГіn y alegrГ­a habГ­a aliviado los nervios de Emily. Mientras Chantelle estuviera feliz, ВЎlas reacciones de los demГЎs no importaban tanto!

–Ahora mismo, en este segundo—repitió Emily.

Al escuchar la afirmaciГіn de Emily, Chantelle gritГі y saliГі corriendo por el pasillo. Era tan rГЎpida que Daniel y Emily tuvieron que saltar para seguirla. Entonces irrumpiГі en el comedor tan abruptamente que todos se volvieron sorprendidos por la repentina intrusiГіn. A todo pulmГіn, Chantelle gritГі:

–¡Se van a casar! ¡Se van a casar!

Parados en el umbral de la puerta, Emily y Daniel esperaron los segundos de conmociГіn mientras la gente asimilaba los gritos de Chantelle.

Luego vieron las expresiones de sorpresa aparecer en los rostros de sus amigos y vecinos: desde el exagerado jadeo de Cynthia, hasta el aleteo de la mano de Vanessa a su boca.

La gente comenzГі a sonreГ­r enormemente. Yvonne y Kieran, Suzanna y Wesley, toda la gente que habГ­an llegado a amar y llamar amigos comenzaron a aplaudir.

–¡Felicidades!—gritó Yvonne, la primera en correr hacia Emily y abrazarla.

Kieran estaba justo detrГЎs. EstrechГі la mano de Daniel, y luego abrazГі a Emily una vez que Yvonne la dejГі ir. Todos se turnaron para acercarse a Daniel y Emily con abrazos, besos, buenos deseos y exclamaciones de alegrГ­a. Emily sintiГі que el amor de su comunidad la rodeaba. Nunca se habГ­a sentido tan apoyada. ВїDe quГ© demonios se habГ­a estado preocupando?

–Tenemos que brindar por la feliz pareja—anunció Derek Hansen con su fuerte voz de alcalde.

La gente empezГі a llenar sus copas con champГЎn. Una copa llegГі a la mano de Emily. A su lado, Serena llenГі una copa con soda para que Chantelle pudiera unirse. Emily encontrГі su mente revoloteando por todos lados, estaba tan abrumada con una sensaciГіn de euforia. Se sentГ­a como si estuviera en un sueГ±o.

Entonces los vasos de todos estaban en el aire, la luz del candelabro haciendo que mil puntos de luz bailaran a travГ©s de las paredes, el piso y el techo.

–Por Emily y Daniel—gritó el alcalde Hansen. Luego a Daniel, añadió—: Por encontrar el alma gemela—y hacia Emily—Y por seguir los sueños.

Todos vitorearon y tintinearon copas mientras Emily secaba las lГЎgrimas de alegrГ­a de sus ojos.

Fue el mejor DГ­a de AcciГіn de Gracias que tuvo.


*

La fiesta se prolongГі hasta bien entrada la noche. Estaba llena de amistad y alegrГ­a, y Emily estaba mГЎs feliz de lo que nunca habГ­a creГ­do posible, por no mencionar lo agradecida que estaba. Pero finalmente la fiesta terminГі, los invitados se escurrieron en la noche, y un silencio cayГі sobre la posada.

Incluso cuando ella y Daniel se habГ­an acostado, Emily se sentГ­a aГєn rebosante de energГ­a. Su cabeza estaba girando, y daba vueltas, incapaz de apagarla.

–¿No puede dormir?—dijo Daniel con la mitad de su cara oculta por la mullida almohada sobre la que descansaba. Luego sonrió—. Yo tampoco.

Emily se volvió hacia él. Pasó sus dedos por su pecho desnudo y musculoso—. No puedo dejar de pensar en el futuro—dijo—. Estoy tan emocionada.

Daniel extendió la mano y acarició la mejilla de Emily—. Sé de algo que puede hacer que te olvides de las cosas—dijo. Luego presionó sus labios contra los de ella.

Emily se hundiГі en el beso, sintiendo que todos sus pensamientos se desvanecГ­an mientras su cuerpo estaba completamente dominado por la sensaciГіn. AcercГі a Daniel a ella, sintiendo su corazГіn latiendo contra el suyo. Daniel siempre encendГ­a una pasiГіn ardiente dentro de ella, pero lo que ella sentГ­a ahora estaba mГЎs allГЎ de todo lo que habГ­a sentido antes.

En ese momento, la puerta de su dormitorio se abriГі de golpe. Un fragmento de luz del pasillo de afuera irrumpiГі en la habitaciГіn como un foco. Emily y Daniel se separaron.

De pie en la puerta estaba Chantelle.

–¡No puedo dormir!—declaró, entrando corriendo.

Emily se rió—. Bueno, ya somos tres, entonces—dijo.

Chantelle saltГі a la cama con Emily y Daniel, acurrucГЎndose entre ellos. Emily no pudo evitar reГ­rse. Chantelle era lo Гєnico que podГ­a interrumpir su relaciГіn amorosa con Daniel sin frustrarla.

–Cuando tú y papá se casen, ¿significará eso que serás mi mamá para siempre?– preguntó Chantelle.

Emily asintiГі. Pero luego se custionГі. Ella y Daniel habГ­an estado hablando con su amigo Richard, que era abogado de la familia, sobre si podГ­an adoptar oficialmente a Chantelle. ВїEstar casados fortalecerГ­a su caso contra la madre biolГіgica de Chantelle? Sheila era una drogadicta sin domicilio fijo, dos cosas que ya funcionaban a su favor. ВїSu matrimonio la ayudarГ­a a adoptar a Chantelle?

Ella mirГі a Daniel y Chantelle, ambos ahora durmiendo. La visiГіn alegrГі a Emily. En ese momento, ella reforzГі su resoluciГіn de revisar los procedimientos legales. Cuanto antes mejor. QuerГ­a que fueran una familia adecuada mГЎs que nada de lo que habГ­a querido en el mundo. Con el anillo brillando en su dedo, se sintiГі mГЎs cerca que nunca de hacer ese sueГ±o realidad.




CAPГЌTULO DOS


Emily se despertГі la maГ±ana despuГ©s de AcciГіn de Gracias con una sensaciГіn de euforia. Nunca se habГ­a sentido tan feliz. El hermoso sol de invierno entraba a raudales a travГ©s de las cortinas de encaje, aumentando a su ya sorprendido y entusiasmado estado. DespuГ©s de un breve segundo de duda, Emily concluyГі que no estaba soГ±ando; Daniel le habГ­a propuesto matrimonio, y realmente se iban a casar.

De repente, consciente de todas las cosas que tenГ­a que hacer, saltГі de la cama. ВЎTenГ­a gente a la que llamar! ВїCГіmo se habГ­a olvidado de llamar a Jayne y Amy para darles la noticia? ВїY su madre? Estaba tan envuelta en el momento, en su propia alegrГ­a y en la celebraciГіn con sus amigos, que ni siquiera se le pasГі por la cabeza.

RГЎpidamente se duchГі y se vistiГі, y luego corriГі al porche con su telГ©fono celular. Su pelo aГєn hГєmedo goteaba en su camisa mientras buscaba entre sus contactos. Su pulgar pasГі por encima del nГєmero de su madre y comenzГі a temblar. No pudo encontrar el valor para marcarlo. SabГ­a que su madre no le darГ­a el tipo de respuesta que ella querГ­a; sospechaba de Chantelle y asumГ­a que Daniel solo se casaba con Emily para convertirla en una madre para su hijo. AsГ­ que decidiГі probar con Jayne. Su mejor amiga siempre se lo dijo directamente, pero nunca con el mismo aire de decepciГіn que su madre.

LlamГі al celular de Jayne y escuchГі el tono de llamada. Luego la llamada se conectГі.

–¡Em!—Jayne gritó—. Estás en el altavoz.

Emily hizo una pausa—. ¿Por qué estoy en el altavoz?

–Estamos en la sala de conferencias. Ames y yo.

–¡Hola, Emily!—respondió Amy alegremente—. ¿Llamas por la oferta de trabajo?

A Emily le llevГі un momento averiguar de quГ© estaban hablando. El negocio de velas que Amy habГ­a comenzado desde su dormitorio en la universidad era, mГЎs de una dГ©cada despuГ©s, de repente floreciente. HabГ­a contratado a Jayne y se habГ­a esforzado mucho para que Emily entrara en el negocio. Ninguna de las dos podГ­a entender por quГ© Emily querГ­a vivir en un pueblo pequeГ±o en lugar de vivir en Nueva York, o por quГ© querГ­a dirigir una posada en lugar de trabajar en una oficina ostentosa con sus dos mejores amigas, y desde luego no podГ­an entender por quГ© querrГ­a hacerse cargo de la hija de otro hombre (ВЎun hombre con barba nada menos!) sin ninguna garantГ­a de que algГєn dГ­a le darГ­a sus propios hijos.

–En realidad no—dijo Emily—. Se trata de…—trastabilló, perdiendo repentinamente su determinación. Entonces se vio a sí misma. No tenía nada de qué avergonzarse. Incluso si su vida seguía una trayectoria diferente a la de sus mejores amigas, seguía siendo válida; sus decisiones seguían siendo suyas y debían ser respetadas—. Daniel y yo nos vamos a casar.

Hubo un momento de silencio, seguido de gritos estridentes. Emily hizo un gesto de dolor. PodГ­a imaginarse a sus amigas con sus uГ±as perfectamente cuidadas, su piel hidratada que olГ­a a rosas y camelias, su pelo brillante agitГЎndose mientras saltaban en sus asientos.

A través del ruido, Emily escuchó a Jayne gritando—¡Oh Dios mío!—y Amy gritando—¡Felicidades!

DejГі escapar un suspiro de alivio. Sus amigas estaban a bordo. HabГ­a superado otro obstГЎculo.

El incomprensible griterГ­o finalmente se apagГі.

–No te ha dejado embarazada, ¿verdad?– preguntó Jayne, tan inapropiada como siempre.

–¡No!—gritó Emily, riéndose.

–Jayne, cállate—le regañó Amy—. Cuéntanos todo. ¿Cómo lo hizo? ¿Cómo es el anillo?

Emily contГі la historia de la playa, de la declaraciГіn de amor en la nieve, del hermoso anillo de perlas. Sus amigas aullaban en los momentos adecuados. Emily podГ­a decir que estaban extasiadas por ella.

–¿Vas a adoptar su apellido?—Jayne sondeó un poco más—. ¿O tendrás ambos? Mitchell Morey es un poco sobrecargado. ¿O será Morey Mitchell? Emily Jane Morey Mitchell. Hmm. No sé si me gusta. Tal vez deberías seguir con tu propio apellido, ¿sabes? Es lo más fuerte, poderoso y feminista que se puede hacer, después de todo.

La mente de Emily giraba mientras Jayne hablaba en su caracterГ­stico modo rГЎpido y acelerado, apenas deteniГ©ndose para darle tiempo a contestar alguna de las preguntas.

–Vamos a ser tus damas de honor, ¿verdad?—Jayne terminó, en su típica forma de hablar franca y directa.

–No he pensado en ello todavía—admitió Emily. Jayne y Amy podían ser sus amigas más antiguas, pero ahora tenía muchas más desde que se mudó a Sunset Harbor: Serena, Yvonne, Suzanna, Karen, Cynthia. ¿Y Chantelle? Era importante para Emily que jugara un papel fundamental en todo esto.

–Bueno, ¿dónde quedamos, entonces?—preguntó Jayne, sonando un poco malhumorada debido a que Emily incluso consideraba a otras personas como sus damas de honor.

–Eso tampoco lo sé todavía—dijo Emily.

De repente se dio cuenta de lo enorme que era la tarea que tenГ­a por delante. HabГ­a tanto que organizar. Tanto que pagar. De repente se sintiГі muy abrumada por todo el asunto.

–¿Crees que tendrás una gran boda o una pequeña?—preguntó Amy. Sus preguntas estaban menos cargadas que las de Jayne, pero aun así tenía un aire de crítica sobre ella. Emily se preguntaba si Amy seguía molesta por su propio compromiso fallido con Fraser. Tal vez estaba resentida con Emily por tener un anillo y un prometido cuando ella misma había perdido ambos.

–Aún no hemos resuelto ninguno de los detalles—dijo Emily—. Es completamente nuevo.

–Pero has estado soñando con esto durante años—añadió Amy.

Emily frunciГі el ceГ±o. Matrimonio, sГ­. Eso era algo que ella querГ­a desde hace mucho tiempo. Pero nunca se habГ­a imaginado cГіmo serГ­a su vida. El amor que tenГ­a con Daniel era Гєnico e inesperado. Su boda deberГ­a ser igual. Necesitaba repensarlo todo para que fuera perfecto para ellos, para esta relaciГіn especГ­fica, esta vida.

–¿Puedes al menos decirnos la fecha?—preguntó Jayne—. Nuestro calendario está lleno.

Emily tartamudeó—. No lo sé.

–Solo el mes será suficiente por ahora—presionó Jayne.

–Eso tampoco lo sé.

Jayne suspiró con exasperación—. ¿Qué hay del año?

Emily se frustró—. ¡No lo sé!—gritó—. ¡No he resuelto nada de esto todavía!

El silencio cayГі. Emily podГ­a imaginar la escena: sus amigas intercambiando una mirada, sentadas en sillas de oficina de cuero en una enorme mesa de cristal, el sonido de su arrebato emanando del telГ©fono entre ellas y haciendo eco alrededor de la amplia sala de conferencias. Ella se encogiГі con vergГјenza.

Jayne rompió el silencio—. Bueno, asegúrate de que no se convierta en uno de esos compromisos que se prolongan para siempre—dijo de forma práctica—. Ya sabes cómo son algunos hombres; es como si no se dieran cuenta de que una vez que te lo proponen, esperas una boda de verdad. Hacen todo el asunto del compromiso exagerado y luego una vez que te han atraído con un anillo elegante piensan que pueden dormirse en los laureles y nunca firmar en la línea punteada.

–No es así—dijo Emily tersamente.

–Claro—dijo Jayne con ligereza—. Pero para estar segura, deberías atarlo a una fecha real. Si parece que va a alargar el compromiso, corre.

Emily apretГі su puГ±o. SabГ­a que no debГ­a dejar que Jayne, una fГіbica del compromiso que nunca habГ­a tenido una relaciГіn a largo plazo, dictara lo que debГ­a sentir sobre la situaciГіn, pero su amiga tenГ­a el talento de sembrar la duda en su mente. A pesar de lo ridГ­culo que era, Emily ya podГ­a decir que iba a rumiar las palabras de Jayne durante dГ­as.

–Tengo una idea—Amy irrumpió, haciendo de diplomática—. ¿Por qué no vamos allá a brindar por ti? ¿Visitarte? ¿Ayudarte a planear algunas cosas?

A pesar de su irritaciГіn con Jayne, a Emily le gustaba la idea de que sus amigas vinieran a quedarse y se involucraran en los preparativos de la boda. Una vez que estuvieran aquГ­, en su territorio y en su dominio, podrГ­an ver el amor que ella y Daniel compartГ­an con sus propios ojos. VerГ­an lo feliz que era y empezarГ­an a ser un poco mГЎs comprensivas.

–Eso sería realmente genial—dijo Emily.

Encontraron una fecha que funcionaba para todas y Emily terminГі la llamada. Pero gracias a Jayne, su cabeza estaba girando y la llama de la emociГіn dentro de ella se apagГі un poco. Sus sentimientos se vieron agravados por el hecho de que todavГ­a tenГ­a que hacer la temida llamada a su madre, que sin duda no le irГ­a tan bien. HabГ­a intentado invitar a su madre a AcciГіn de Gracias, pero la mujer habГ­a actuado como si fuera un insulto. Nada de lo que Emily hacГ­a era lo suficientemente bueno para Patricia Mitchell. Si se sentГ­a acosada por Amy y Jayne, se sentirГ­a totalmente atacada por su madre.

ВЎY eso era solo su familia! Cuando aГ±adГ­a a Daniel a la mezcla, sus miedos se intensificaban. ВїPor quГ© tenГ­a que existir el resto del mundo? Todo en Sunset Harbor se sentГ­a perfecto para Emily. Pero afuera habГ­a amigos que la desaprobaban y madres problemГЎticas. HabГ­a padres ausentes.

Por primera vez desde la propuesta, Emily pensГі en su padre, que habГ­a estado desaparecido durante veinte aГ±os. HabГ­a descubierto recientemente un alijo de cartas en la casa que probaban que aГєn estaba vivo. Entonces Trevor Mann, su vecino de al lado, confirmГі haber visto a Roy en la casa unos aГ±os atrГЎs. Su padre estaba vivo, pero incluso sabiendo eso, nada habГ­a cambiado. Emily aГєn no tenГ­a forma de contactarlo. Las posibilidades de que Г©l estuviera allГ­ para llevarla al altar eran prГЎcticamente inexistentes.

Emily sintiГі que sus emociones se apoderaban de ella, amenazando con extinguir la alegrГ­a que habГ­a estado sintiendo. MirГі la pantalla de su telГ©fono mГіvil, donde habГ­a seleccionado el nГєmero de su madre, pero aГєn no habГ­a reunido el valor para marcarlo.

Antes de que Emily tuviera la oportunidad de dar el salto y llamar a su madre, escuchГі el sonido de unos pasos que venГ­an de las escaleras detrГЎs de ella. Se dio la vuelta y vio a Daniel y Chantelle trotando hacia ella. Daniel habГ­a vestido a la niГ±a con uno de sus magnГ­ficos trajes vintage, un vestido de pana de pino color Гіxido con un cГЎrdigan blanco y negro con estampado floral y medias a juego. Se veГ­a adorable. Г‰l mismo llevaba sus habituales vaqueros y camisa desaliГ±ada, su pelo oscuro desgreГ±ado, su rastrojo enmarcando su fuerte mandГ­bula.

–Queríamos salir a desayunar—dijo Daniel—. Hacer algo especial. Un desayuno de celebración.

Emily escondió su móvil en su bolsillo—. Gran idea.

Salvada por la campana. La llamada a su madre tendrГ­a que esperar. Pero Emily sabГ­a que no serГ­a capaz de posponerla para siempre. Tarde o temprano ella estarГ­a en el extremo receptor de la afilada lengua de Patricia Mitchell.


*

El olor del jarabe impregnaba el aire caliente en Joe's Diner. La familia se deslizГі en una de las mesas de plГЎstico rojo, notando las miradas y los susurros mientras lo hacГ­an.

–Todo el mundo ya lo sabe—dijo Emily en voz baja a Daniel.

Él puso los ojos en blanco—. Por supuesto que lo saben—añadió, sarcásticamente—. De hecho, me sorprende que haya tardado tanto. Después de todo, dimos la noticia hace doce horas, y estoy seguro de que Cynthia Jones solo tarda una hora o dos en recorrer la ciudad y difundir sus últimos chismes.

Chantelle se riГі.

Al menos los susurros y las miradas eran alegres, pensГі Emily. Todos parecГ­an estar contentos por ellos. Pero Emily se sentГ­a un poco avergonzada de ser el centro de atenciГіn. No todos los dГ­as se entra en una casa de waffles y haces girar todas las cabezas. Su propia mente seguГ­a girando con preguntas despuГ©s de su llamada a Amy y Jayne y se preguntaba si ahora serГ­a un momento apropiado para abordar algunas de ellas con Daniel.

Joe, con el pelo gris, se acercГі a la mesa, sosteniendo su libreta con sus manos arrugadas.

–Escuché que hay que felicitarlos—dijo, sonriendo, palmeando a Daniel en la espalda—. ¿Cuándo es el gran día?

Emily vio a Daniel vacilar. Г‰l parecГ­a tan desconcertado como ella. Todos querГ­an respuestas a preguntas que ni siquiera se habГ­an hecho a sГ­ mismos.

–No estoy seguro todavía—balbuceó Daniel—. No hemos resuelto ninguno de los detalles.

Ordenaron sus waffles y panqueques, y una vez que Joe se fue para prepararles el desayuno, Emily se atreviГі a hacerle algunas preguntas a Daniel.

–¿Para cuándo crees que deberíamos fijar una fecha?—preguntó Emily.

Daniel la miró con los ojos abiertos—. Oh. No lo sé. ¿Quieres hacerlo ya?

La advertencia de Jayne resonó en la mente de Emily—. No necesitamos fijar una fecha específica pero, ¿pensamos en meses o en el próximo año? ¿Quieres una boda de verano? ¿O en otoño, ya que estamos en Maine?

Ella sonriГі pero se sintiГі tensa. Por la mirada en la cara de Daniel, ella pudo ver que Г©l no habГ­a pensado tan lejos.

–Necesito pensarlo—dijo sin compromiso.

–Quiero una boda de verano—dijo Chantelle—. En el puerto. Con el barco de papá.

–¿Pensar en qué?—preguntó Emily, ignorando a Chantelle y centrándose en Daniel—. Solo hay cuatro opciones. Sol, viento tempestuoso, nevada o brisas cálidas. ¿Cuál prefieres?

Daniel parecГ­a un poco sorprendido por el tono algo brusco de Emily. Chantelle tambiГ©n parecГ­a confundida.

–No lo sé—balbuceó Daniel—. Hay pros y contras para todos ellos.

Emily sintiГі que sus emociones se arremolinaban dentro de ella. ВїJayne tenГ­a razГіn? ВїDaniel le habГ­a propuesto matrimonio sin pensar en el hecho de que se suponГ­a que habrГ­a una boda al final?

–¿Se lo has contado a alguien?—Emily sondeó más allá.

Aparecieron pliegues de frustración en la frente de Daniel—. Han pasado menos de veinticuatro horas—dijo claramente, ocultando la irritación que Emily sabía que le había provocado. Entre sus dientes añadió—¿No podemos simplemente disfrutar del momento?

Chantelle mirГі de Emily a Daniel con preocupaciГіn en sus ojos. No era frecuente que discutieran y la escena claramente la alarmaba.

Ver a la pequeГ±a niГ±a pareciendo preocupada golpeГі algo dentro de Emily. No era justo dejar que Chantelle se viera envuelta en cualquier preocupaciГіn que ella misma pudiera tener. Este asunto era para que lo resolvieran entre ella y Daniel.

–Tienes razón—dijo Emily, exhalando.

ExtendiГі la mano a Chantelle y la tomГі para tranquilizarla. En ese momento, Joe llegГі con pilas de panqueques. Todos comenzaron a comer en silencio.

Emily se sintiГі frustrada consigo misma por dejar que las palabras de Jayne y Amy le arruinaran la alegrГ­a. No era justo. Ayer mismo estaba en las nubes.

–¿Dejarás que Bailey sea la chica de las flores?—preguntó Chantelle—. ¿Y yo sería una dama de honor?

–Aún no lo sabemos—explicó Emily, manteniendo sus emociones bajo control.

–Pero quiero caminar por el pasillo contigo—añadió Chantelle—. Habrá un pasillo, ¿no? ¿Te vas a casar en una iglesia?—la niña hurgó en su mochila y sacó un bloc de notas rosa y un bolígrafo brillante—. Escribamos una lista—dijo.

A pesar de su angustia subyacente, Emily no pudo evitar sentirse animada al ver a Chantelle en modo organizador. Siempre se veГ­a tan seria, tan madura y mГЎs allГЎ de sus aГ±os.

–Lo primero que hay que organizar es el lugar—dijo Chantelle con una voz muy eficiente que hizo que Emily se imaginara a ella dirigiendo la posada un día.

–Tienes razón—dijo Emily, mirando a Daniel—. Pensemos primero en el lugar y luego trabajemos desde allí. —Se sintió decidida a no dejar que su entusiasmo se arruinara—. No nos apresuremos a tomar decisiones.

Por primera vez desde que ella empezГі a molestarle por respuestas, Daniel parecГ­a relajarse. Las lГ­neas del ceГ±o fruncido en su frente desaparecieron. Emily se sintiГі aliviada.

Por la ventana de la cafeterГ­a, Emily pudo ver que se estaba levantando un ГЎrbol en el centro de la ciudad. Con toda la emociГіn, se habГ­a olvidado por completo del ГЎrbol de Navidad del pueblo; se levantaba el dГ­a despuГ©s del DГ­a de AcciГіn de Gracias todos los aГ±os. Lo habГ­a ido a ver de niГ±a cuando la familia habГ­a estado en Sunset Harbor durante las vacaciones de invierno. RecordГі que tambiГ©n habГ­a un encendido anual del ГЎrbol que tenГ­a lugar por la noche.

–Deberíamos ir a ver el encendido del árbol esta noche—dijo Emily.

Chantelle levantó la vista de su cuaderno de notas, que ahora estaba lleno de una larga lista de notas escritas con su letra garabateada—. ¿Podemos?—se veía emocionada.

–Por supuesto—dijo Emily—. Pero primero debemos conseguir nuestro propio árbol. Si el pueblo tiene uno, la posada también debería tenerlo. ¿Qué piensas de eso, Chantelle?

Emily sintiГі que su propia emociГіn crecГ­a al darse cuenta de que la posada albergarГ­a un enorme ГЎrbol de Navidad. De niГ±a, su padre solo habГ­a conseguido uno pequeГ±o para la sala de estar, ya que solo estaban de vacaciones en la casa. Pero ahora que era su casa podГ­a poner un enorme ГЎrbol de dos metros en el vestГ­bulo. ВЎQuizГЎs incluso de tres metros! Ella y Chantelle podГ­an decorarlo juntas, usando una escalera de mano para alcanzar las ramas superiores. El pensamiento la llenГі de una expectativa infantil.

–¿Podemos, papá?—Chantelle le preguntó a Daniel, que estaba sentado en silencio mientras masticaba sus panqueques—. ¿Podemos tener un árbol de Navidad?

Daniel asintió—. Claro.

–¿Y luego ir al encendido del árbol en la ciudad?

–Ajá.

Emily frunciГі el ceГ±o, preguntГЎndose quГ© pensaba Daniel, por quГ© la idea de una salida familiar tan encantadora no le llenaba de alegrГ­a como a ella y a Chantelle. Daniel era tan misterioso para ella como siempre, a pesar de que ahora tenГ­a un anillo en su dedo y estaba mГЎs que lista para comprometerse con Г©l para siempre. Se preguntaba si alguna vez sabrГ­a realmente lo que estaba pasando por su cabeza, o si incluso, cuando se convirtiera en la Sra. de Daniel Morey, se quedarГ­a preguntГЎndose.




CAPГЌTULO TRES


La granja de ГЎrboles de Navidad de Dory estaba a poca distancia en las afueras de Sunset Harbor. La familia fue en la oxidada camioneta roja de Daniel. TodavГ­a habГ­a rastros de nieve del DГ­a de AcciГіn de Gracias en las orillas, y mientras pasaban, Emily tocГі el anillo en su dedo, recordando la nieve que habГ­a caГ­do a su alrededor cuando Daniel se lo propuso.

Se detuvieron en el estacionamiento improvisado y todos saltaron de la camioneta. HabГ­a muchas familias presentes; claramente todos tenГ­an la misma idea. Los padres se arremolinaban mientras sus hijos corrГ­an entusiasmados por el lugar, atravesando las filas de ГЎrboles.

En lugar de Dory, fue una joven adolescente quien los saludГі. Se presentГі como Grace, la hija de Dory, y tenГ­a el mismo pelo rubio y ralo que Chantelle. Llevaba una riГ±onera llena de billetes de dГіlar y un bloc de papel para escribir recibos.

–Estos son los árboles listos para la cosecha—dijo, sonriendo con confianza, señalando el campo de pinos—. Todos han estado creciendo durante siete o nueve años,—le sonrió a Chantelle—así que tienen más o menos tu edad, ¿tengo razón?

Chantelle asintiГі tГ­midamente.

–Una vez que encuentren el árbol que les gusta—continuó Grace—córtenlo y llévenlo al área de carga. Mi padre les llevará a ustedes y al árbol en el carro hasta la empacadora, lo envolverá todo y luego podrán pagarme. También vendemos chocolate caliente y castañas tostadas si quieren algo que les mantenga caliente mientras caminan.

Emily les comprГі a cada uno un chocolate caliente en una taza de polietileno y una bolsa de castaГ±as para compartir, y luego se dirigieron a los campos. Chantelle corriГі hacia adelante, mГЎs emocionada de lo que Emily nunca la habГ­a visto.

El olor a pino era poderoso, despertando esa sensaciГіn navideГ±a dentro de Emily. Estaba emocionada por la perspectiva de su primera Navidad con Daniel y Chantelle, con su familia al lado de la chimenea. SerГ­a la primera de muchas.

Ella y Daniel caminaron de la mano, silenciosamente detrГЎs de Chantelle. Entonces Emily se inclinГі hacia Daniel.

–¿Qué edad crees que tiene Grace?—preguntó.

–Once, doce—adivinó Daniel—. ¿Por qué?

–Por nada—respondió Emily—. Ella solo me recuerda a Chantelle. Me hizo pensar en cómo será cuando crezca.

MГЎs adelante, Chantelle corriГі por los senderos entre los ГЎrboles, deteniГ©ndose para evaluar la altura, la densidad de sus ramas y la exuberancia de su color antes de pasar al siguiente. Emily podГ­a imaginГЎrsela fГЎcilmente como una niГ±a mayor, con un tablero en la mano, trabajando en su primer trabajo para ganar dinero extra.

Pero mientras se preguntaba sobre el futuro, Emily sintiГі que su mente se remontaba al pasado. Chantelle, que le recordaba tanto a Charlotte, tambiГ©n le recordГі la pГ©rdida de Charlotte, el hecho de que su hermana nunca llegГі a crecer, que nunca llegГі a tener un trabajo durante las vacaciones de invierno. HabГ­a recorrido esta misma granja todos esos aГ±os, llena de promesas y potencial, y luego, sin previo aviso, su vida se habГ­a apagado en un abrir y cerrar de ojos.

Emily mirГі hacia delante a Chantelle, y mientras lo hacГ­a, la niГ±a se transformГі en Charlotte. Entonces Emily sintiГі que se encogГ­a, hasta que habitГі un cuerpo de tamaГ±o infantil. Sus manos fueron repentinamente envueltas con guantes. La nieve comenzГі a caer a su alrededor, aferrГЎndose a las ramas de los pinos. Emily extendiГі su pequeГ±a mano con un guante y agitГі una de las ramas. Una nube de nieve se elevГі en el aire, y el fino polvo blanco se dispersГі. MГЎs adelante, Charlotte se reГ­a, despreocupada y feliz, su cГЎlido aliento se arremolinaba en el aire. TambiГ©n llevaba guantes, y sus botas rojas brillantes favoritas se veГ­an muy marcadas con el fondo blanco.

Emily vio a Charlotte detenerse bajo el ГЎrbol mГЎs alto de toda la granja y mirar hacia arriba con asombro.

–¡Quiero este!—gritó la niña.

Emily se precipitГі hacia ella, levantando la nieve al correr. Cuando llegГі al lado de Charlotte, ella tambiГ©n mirГі el enorme ГЎrbol. Era asombroso, tan alto que apenas podГ­a ver la copa.

El crujido de las pisadas en la nieve hizo que Emily arrancara la mirada del ГЎrbol y se girara para mirar por encima del hombro. AllГ­, pisoteando la nieve a grandes zancadas, estaba su padre.

–Chicas, tienen que ir más despacio—jadeaba mientras se acercaba a ellas—. Casi las pierdo.

–¡Encontramos el árbol!—Emily gritó de emoción.

Charlotte se uniГі, saltando y seГ±alando hacia arriba.

–Ese es un poco grande—dijo Roy.

ParecГ­a cansado. Deprimido. HabГ­a ojeras debajo de sus ojos.

–No es demasiado grande—dijo Emily—. Los techos son muy altos.

Charlotte, como siempre, siguió el ejemplo de su hermana—. ¡No es demasiado grande! Por favor, ¿podemos comprarlo, papá?

Roy Mitchell se frotó una mano en la cara con exasperación—. No pongas a prueba mi paciencia, Charlotte—dijo—. Elige algo más pequeño.

Emily vio a Charlotte retroceder. A ninguna de ellas le gustaba enfadar a su padre y ninguna podГ­a entender cГіmo lo habГ­an hecho. ParecГ­a que la mГЎs pequeГ±a de las cosas le molestaba en estos dГ­as. Siempre estaba distraГ­do por una u otra cosa, siempre mirando por encima del hombro a las sombras que solo Г©l podГ­a ver.

Pero la principal preocupaciГіn de Emily era Charlotte. Siempre Charlotte. La niГ±a parecГ­a estar al borde de las lГЎgrimas. Emily deslizГі su mano en la suya.

–Por aquí—gritó con fuerza—. ¡Hay árboles más pequeños por aquí!

Y asГ­ como asГ­, Charlotte se animГі, consolada por su hermana mayor. Corrieron juntas por la nieve, dejando que las persiguiera su enfadado y distraГ­do padre.

En ese momento, Emily volviГі al presente. La nieve del pasado ya no caГ­a en el presente, los ГЎrboles de Navidad de dГ©cadas anteriores fueron talados y reemplazados por estos nuevos y jГіvenes ГЎrboles. VolviГі al aquГ­ y ahora, pero le tomГі un momento reorientarse con su entorno, para ver a Chantelle de pie ante ella en lugar de Charlotte.

Durante el apagГіn de Emily, se las arreglaron para caminar en las profundidades del campo. AquГ­, los ГЎrboles eran tan altos que proyectaban sombras sobre todo, bloqueando la luz del dГ­a. Emily se estremeciГі, sintiendo mГЎs frГ­o ahora que el sol de invierno estaba oculto.

MГЎs adelante, Chantelle miraba el ГЎrbol mГЎs alto de toda la granja. TenГ­a al menos tres metros y medio de altura.

–¡Éste es!—gritó, sonriendo de oreja a oreja.

Emily sonriГі. Ella no iba a ser como su padre, destrozando el espГ­ritu de un niГ±o. Si Chantelle querГ­a el ГЎrbol mГЎs alto de la granja, lo iba a conseguir.

CaminГі a su lado y levantГі la cabeza para ver la copa del ГЎrbol. Como cuando era una niГ±a, el ГЎrbol le parecГ­a majestuoso.

–Ese es—Emily estuvo de acuerdo.

Chantelle aplaudiГі encantada. Daniel parecГ­a desaprobar un poco la elaborada elecciГіn, pensГі Emily, pero no las desafiГі. Se inclinГі y ayudГі a Chantelle a hacer el primer corte con el hacha. Emily los observГі, padre e hija sonriendo y riendo juntos, y sintiГі que una cГЎlida alegrГ­a se extendГ­a a travГ©s de ella.

Daniel le pasГі el hacha a Emily para que ella tambiГ©n pudiera hacer un corte, y luego dieron vueltas en cГ­rculos, tomando turnos, cooperando. Cuando el ГЎrbol cayГі, todos vitorearon.

El padre de Grace llegГі con la carreta.

–Vaya, es una gran elección—bromeó con Chantelle mientras ella intentaba ayudar a levantar el enorme árbol dentro de la carreta.

–¡Era el más alto que pude encontrar!—dijo Chantelle sonriendo.

La familia se subiГі a la parte trasera de la carreta y se acurrucaron juntos. Las ruedas del carro giraron y comenzaron el lento viaje de regreso a la entrada de la granja.

–Te perdí por un momento allá atrás—le dijo Daniel a Emily mientras avanzaban—. ¿Tuviste otro flashback?

Emily asintiГі. El recuerdo la habГ­a dejado conmocionada. Viendo la expresiГіn cabizbaja de Charlotte, escuchando la agudeza del tono de su padre. Incluso entonces era un hombre con muchas cosas en la cabeza. Se preguntГі si habГ­a tenido algo que ver con Antonia, la mujer con la que habГ­a tenido una aventura; o con su madre, que estaba en casa en Nueva York, o algo totalmente distinto. Aunque Emily estaba convencida ahora de que su padre seguГ­a vivo en alguna parte, Roy era tan misterioso para ella como siempre.

–Sigo recordando más y más cosas sobre mi padre—confesó Emily—desde que encontré esas cartas. Desearía saber qué lo hizo huir. Siempre pensé que algo repentino debió haber sucedido cuando yo era adolescente, pero creo que algo le preocupaba mucho antes de eso. Hasta donde llegan mis recuerdos, para ser honesta. Cada vez que tengo un flashback y lo veo, puedo ver la preocupación en sus ojos.

Daniel la sostuvo cerca. Se sentГ­a bien ser consolada por Г©l, estar cerca de nuevo. ParecГ­a tan distante en Joe's Diner.

–Lo siento si estaba un poco callado ahí atrás—dijo Daniel, como si leyera su mente—. Las fiestas me traen recuerdos a mí también.

–¿En serio?—preguntó Emily gentilmente—. ¿Qué clase de recuerdos?

Era tan raro que Daniel se abriera que ella aprovechaba cada oportunidad para animarlo.

–Esto puede sorprenderte un poco, pero en realidad soy judío—dijo Daniel—. Sin embargo mi padre no lo era. Era cristiano. Celebramos la Navidad y el Janucá mientras estaba en casa, pero cuando se fue se llevó la Navidad con él. Mamá solo celebraba el Janucá. Una vez que mi padre y yo volvimos a estar en contacto, solo celebraba la Navidad en su casa. Era extraño. Una forma muy extraña de crecer, como estoy seguro si puedes imaginarlo.

–Eso suena duro—Emily le tranquilizó, tratando de ocultar su sorpresa de que Daniel era en realidad judío. Se preguntaba qué más no sabía de él y se llenó con una repentina angustia sobre cómo criarían a los niños, si es que los hubiera. Por supuesto le encantaría celebrar ambas cosas, pero Daniel parecía tener recuerdos traumáticos de las fiestas, y podrían ser un poco más difíciles de abordar.

Volvieron a la entrada de la granja, donde pagaron a la valiente y alegre Grace mientras esperaban a que su ГЎrbol pasara por la mГЎquina empacadora.

Emily estaba contenta de crear nuevos y felices recuerdos con su familia. Pero en el fondo de su mente, no podГ­a dejar de preguntarse sobre su padre, sobre lo que estaba pasando con Г©l, quГ© secretos habГ­a estado guardando. Pero sobre todo, se preguntaba dГіnde estaba ahora y si habГ­a alguna manera de poder rastrearlo.


*

De vuelta en la posada, Emily y Daniel maniobraron el ГЎrbol en posiciГіn en el vestГ­bulo. HabГ­a unos cuantos invitados relajГЎndose en el salГіn y salieron para ver con emociГіn cГіmo se levantaba el enorme ГЎrbol.

Emily recordГі el montГіn de cajas que contenГ­an los viejos adornos de su padre guardados en el ГЎtico y saliГі corriendo a buscarlos. Luego ella y Chantelle se sentaron juntas en la mesa de la cocina, clasificando todos los adornos.

–Este es tan bonito—dijo Chantelle, sosteniendo un reno de cristal.

Emily se sonriГі al verlo, recordando cГіmo ella y Charlotte habГ­an juntado su dinero para comprarlo, y cГіmo habГ­an ahorrado cada aГ±o para comprar mГЎs, agregando a su colecciГіn hasta que tuvieron suficiente para representar a cada uno de los renos de Santa Claus. Entonces Charlotte marcГі cada uno para que pudieran distinguirlos.

Emily tomГі el reno de cristal de las manos de Chantelle y revisГі su pezuГ±a. HabГ­a una pequeГ±a marca que parecГ­a ser una T de Trueno, aunque tambiГ©n podrГ­a haber sido una R de RelГЎmpago. Se sonriГі a sГ­ misma.

–Hay un juego completo aquí—dijo Emily, mirando la maraña de luces de hadas—. En algún lugar.

Revisaron hasta que encontraron todos los renos de Santa Claus, incluyendo a Rodolfo con su nariz roja pintada por Charlotte con esmalte de uГ±as. Emily sintiГі un tirГіn de emociГіn al recordar que nunca habГ­an comprado el Santa Claus y los adornos de trineo, los Гєltimos de su lista y los mГЎs caros, porque Charlotte habГ­a muerto antes de que ahorraran suficiente dinero.

–¡Mira esto!—Chantelle gritó, irrumpiendo en los pensamientos de Emily al agitar un sucio oso polar frente a su cara.

–¡Percy!—Emily gritó, quitándoselo de las manos a Chantelle—. ¡Percy el oso polar!—se rió para sí misma, encantada de poder sacar un recuerdo tan oscuro de su mente. Había perdido tantos de ellos, y todavía podía recuperarlos. Le dio la esperanza de desentrañar los misterios de su pasado.

Ella y Chantelle ordenaron todas las decoraciones, seleccionando todas las que querГ­an usar y guardando cuidadosamente las otras. Cuando terminaron y estuvieron listas para agregarlos al ГЎrbol, ya habГ­a oscurecido afuera.

Daniel encendiГі un fuego en la chimenea y su suave brillo naranja se derramГі en el vestГ­bulo cuando la familia comenzГі a decorar el ГЎrbol. Uno por uno, Chantelle colocГі cuidadosamente cada una de sus decoraciones seleccionadas en el ГЎrbol, con el tipo de precisiГіn y cuidado que Emily habГ­a aprendido a reconocer en la niГ±a. Era como si estuviera saboreando cada momento, guardando cuidadosamente un nuevo conjunto de recuerdos para reemplazar los horribles de sus aГ±os de juventud.

Finalmente era hora de poner el ГЎngel en la cima. Chantelle habГ­a pasado mucho tiempo eligiendo quГ© decoraciГіn serГ­a la mejor y finalmente habГ­a elegido un ГЎngel de tela hecho a mano en lugar de un petirrojo, una estrella y un gordo y adorable muГ±eco de nieve.

–¿Estás lista?—Daniel le preguntó a Chantelle mientras estaba parado en el fondo de la escalera—. Voy a tener que cargarte para que puedas llegar a la cima.

–¿Puedo poner el ángel en la punta del árbol?—preguntó Chantelle, con los ojos muy abiertos.

Emily se rió—. ¡Claro! La más joven siempre lo hace.

Vio a Chantelle treparse a la espalda de Daniel, agarrando fuertemente el ГЎngel entre sus manos para que no se le cayera. Luego, lentamente, un paso a la vez, Daniel la llevГі a la cima. Juntos se estiraron y Chantelle colocГі la decoraciГіn en la punta alta del ГЎrbol.

En el momento en que el ГЎngel se posГі en la copa del ГЎrbol, Emily tuvo un repentino flashback. Se produjo tan rГЎpido que comenzГі a respirar rГЎpidamente, asustada por el abrupto cambio de su brillante y cГЎlida posada a la mГЎs frГ­a y oscura de los treinta aГ±os anteriores.

Emily miraba a Charlotte mientras colocaba en el ГЎrbol el ГЎngel que habГ­an pasado todo el dГ­a haciendo. Su padre sostenГ­a en alto a Charlotte, que en ese momento era una niГ±a regordeta, y se tambaleГі un poco por los numerosos jereces que habГ­a bebido ese dГ­a. Emily recordГі una repentina y abrumadora emociГіn de miedo. Miedo de que su padre borracho dejara caer a Charlotte en el duro fogГіn. Emily tenГ­a cinco aГ±os y era la primera vez que realmente entendГ­a el concepto de la muerte.

Emily regresГі al presente con un jadeo para encontrar su mano presionada contra la pared mientras se sostenГ­a. Se estaba hiperventilando y Daniel estaba a su lado, con su mano en su espalda.

–¿Emily?—preguntó con preocupación—. ¿Qué ha pasado? ¿Otro recuerdo?

Ella asintiГі, encontrГЎndose incapaz de hablar. El recuerdo habГ­a sido tan vГ­vido y aterrador, a pesar de que sabГ­a que no le habГ­a pasado nada malo a Charlotte esa noche de invierno. Apreciaba la mayorГ­a de sus recuerdos recuperados, pero ese habГ­a sido siniestro, ominoso, como un signo de las cosas oscuras que vendrГ­an.

Daniel continuГі frotando la espalda de Emily mientras ella hacГ­a un esfuerzo concertado para que su respiraciГіn volviera a la normalidad. Chantelle la mirГі, preocupada, y fue la cara de la niГ±a la que finalmente sacГі a Emily de las garras de sus recuerdos.

–Lo siento, está bien—dijo, sintiéndose un poco avergonzada de haber preocupado tanto a todos.

MirГі al ГЎngel, al vestido de lentejuelas que llevaba. Le habГ­a llevado horas a ella y a Charlotte pegar todas esas lentejuelas individuales en la tela. Ahora, con la luz del fuego que venГ­a de la sala, brillaban como arco iris. Emily pensГі que casi parecГ­a que le estaban guiГ±ando el ojo. No era la primera vez que sentГ­a la presencia de Charlotte cerca, comunicando amor, paz y perdГіn. Emily tratГі de aferrarse a los sentimientos de su espГ­ritu, para consolarse con ellos.

–Deberíamos ir a la plaza del pueblo—dijo Emily, finalmente—. No queremos perdernos el encendido del árbol.

–¿Estás segura de que estás bien?—preguntó Daniel, pareciendo preocupado.

Emily sonrió—. Lo estoy. Lo prometo.

Pero sus aseveraciones no parecГ­an ir de la mano de Daniel. PodГ­a sentirlo mirГЎndola por el rabillo del ojo todo el tiempo mientras se envolvГ­an en sus ropas de abrigo. Pero Г©l no la cuestionГі ni la desafiГі mГЎs, asГ­ que la familia se subiГі a la camioneta y se dirigiГі a la ciudad.




CAPГЌTULO CUATRO


A pesar del frГ­o cortante, todo Sunset Harbor se habГ­a congregado en la plaza del pueblo para ver el encendido del ГЎrbol. Incluso Colin Magnum, el hombre que alquilaba la cochera por un mes, estaba allГ­, disfrutando de las festividades. Karen de la tienda estaba repartiendo rollos de canela reciГ©n horneados, mientras Cynthia Jones circulaba con jarras de chocolate caliente. Emily tomГі las bebidas y la comida con gratitud, sintiendo el calor que se filtraba en su estГіmago mientras las consumГ­a, y vio a Chantelle jugando felizmente con sus amigas.

Entre la multitud, Emily vio a Trevor Mann. Antes, al verlo la habrГ­a llenado de terror; habГ­an sido enemigos en el momento en que Trevor decidiГі hacer su misiГіn de vida la expulsiГіn de Emily de la posada. Pero todo eso habГ­a cambiado en el Гєltimo mes cuando descubriГі que tenГ­a un tumor cerebral inoperable. Lejos de ser el enemigo de Emily, Trevor era ahora su aliado mГЎs cercano. Г‰l pagГі todos sus impuestos atrasados, cientos de miles de dГіlares, y ahora la recibГ­a regularmente en su casa para tomar cafГ© y pasteles. A Emily le dolГ­a verlo sufrir. Cada vez que lo veГ­a, parecГ­a mГЎs frГЎgil, mГЎs atrapado en la enfermedad.

Emily se acercГі a Г©l ahora. Cuando Г©l la vio, su rostro se iluminГі.

–¿Cómo estás?—preguntó Emily, abrazándolo. Él se veía más delgado, y se sentían sus huesos sobresaliendo mientras se abrazaban.

–Tan bien como se puede esperar—respondió Trevor, bajando la mirada.

A Emily le sorprendiГі verlo de esta manera, verlo con un aspecto frГЎgil y derrotado.

–¿Necesitas ayuda con algo?—preguntó, suavemente, manteniendo su voz en silencio para no avergonzar el orgullo del hombre.

Trevor sacudiГі la cabeza, tal como Emily esperaba que lo hiciera. Г‰l no estaba acostumbrado a aceptar ayuda. Pero no estaba ella no estaba acostumbrada a aceptar un no por respuesta.

–Chantelle ha estado haciendo decoraciones de cadenas de copos de nieve—dijo—. Son solo trozos de papel brillante, pero ella está muy orgullosa y quiere que todos los vecinos tengan uno. ¿Está bien si venimos y dejamos uno mañana?

Era un truco astuto, pero Trevor cayГі en Г©l.

–Bueno, supongo que también podemos tomar un poco de té y pastel—dijo—. Si es que vas a venir, claro.

Emily sonriГі para sГ­ misma. HabГ­a formas de atravesar la armadura de Trevor, y ella resolviГі entonces visitar a su vecino en la prГіxima oportunidad disponible.

–De todos modos, esperaba verte aquí—dijo Trevor, tomando su mano en la suya. Tenía tanto frío, Emily notó, y su piel tenía una sensación húmeda. Había un brillo de sudor en su frente—. Tengo algo para ti—continuó.

–¿Qué es?—Emily preguntó mientras él sacaba un trozo de papel de su bolsillo.

–Planos—dijo Trevor—de tu casa. Estaba revisando mi ático, tratando de ordenar todo para… bueno, ya sabes para qué. —Su voz se quedó en silencio—. No estoy seguro de cómo se mezclaron en mis cosas pero pensé que podrías quererlos. Fueron elaborados por tu padre y su abogado, ya ves, y sé lo mucho que quieres las cosas relacionadas con tu padre.

–Sí—tartamudeó Emily, tomando el papel de sus manos.

MirГі el dibujo a lГЎpiz descolorido. Eran planos de un arquitecto. JadeГі al darse cuenta de que los planos eran de toda la propiedad, incluyendo la piscina del cobertizo, en la que Charlotte se habГ­a ahogado. Se formГі un bulto en la garganta de Emily. DoblГі el papel rГЎpidamente y lo metiГі en su bolsa.

–Gracias, Trevor—dijo—. Lo revisaré más tarde.

Se separaron y Emily se reuniГі con Daniel y Chantelle.

–¿Qué quería Trevor?—preguntó Daniel.

–Nada—dijo Emily, sacudiendo la cabeza. No estaba lista para hablar de ello todavía; todavía estaba tambaleándose por la experiencia. El papel parecía hacerle señas en su bolso. ¿Podría ser otra pieza del rompecabezas que explicara la desaparición de su padre?

Justo entonces comenzГі la cuenta atrГЎs para el encendido de las luces. La mente de Emily se arremolinГі con los recuerdos de haber estado aquГ­ cuando era niГ±a, preadolescente, adolescente. ParecГ­a pasar por todos esos momentos olvidados, aГ±o tras aГ±o. Algunos contenГ­an a Charlotte, viva y sonriente, pero muchos mГЎs no; muchos eran solo ella y su padre, hundiГ©ndose mГЎs profundamente en la depresiГіn y la distracciГіn.

Entonces, luces blancas destellaron del ГЎrbol y todos comenzaron a gritar y a festejar. Emily fue llevada de vuelta al presente, con su corazГіn acelerado.

–¿Estás bien?—preguntó Daniel, preocupado—. Sigues ausentándote.

Emily asintiГі para tranquilizarlo, pero estaba temblando. Su mente parecГ­a frenГ©tica. Todos estos recuerdos estaban resurgiendo de repente y se preguntaba si habГ­an sido desencadenados por el descubrimiento de que su padre estaba realmente vivo. Era como si su mente hubiera decidido que ahora podГ­a volver al pasado y recordar a su padre porque no se consumirГ­a por el dolor al hacerlo. QuizГЎs, si Emily fuera lo suficientemente paciente, recuperarГ­a un recuerdo que la ayudarГ­a en su bГєsqueda para encontrarlo, algo que le dirГ­a exactamente dГіnde se escondГ­a.


*

Exhaustos por su noche de diversiГіn, Emily y Daniel llevaron a Chantelle a la cama tan pronto como llegaron a casa. Chantelle pidiГі que le leyeran un cuento y Emily se ofreciГі. Pero una vez que la historia terminГі, Chantelle parecГ­a pensativa.

–¿Qué pasa?—preguntó Emily.

–Estaba pensando en mi madre—dijo Chantelle.

–Oh. —Emily sintió que se le apretaba el estómago al pensar en Sheila, allá en Tennessee—. ¿Qué pasa con ella, cariño?

Chantelle miró a Emily con sus amplios ojos azules—. ¿Me protegerás de ella?

El corazón de Emily se apretó—. Por supuesto.

– Prométeme—pidió Chantelle con una voz desesperada y suplicante—. Prométeme que no volverá.

Emily la abrazГі con fuerza. No podГ­a prometerlo porque no sabГ­a cГіmo irГ­a el desafГ­o legal a la tutela de Sheila.

–Haré todo lo que pueda—dijo Emily, esperando que sus palabras fueran suficientes para calmar a la aterrorizada niña.

Chantelle se recostГі, con la cabeza en la almohada, el pelo rubio suelto, y parecГ­a relajarse. Unos momentos despuГ©s, se quedГі dormida.

El que Chantelle preguntara por su madre habГ­a despertado algo en Emily. Ella y Patricia habГ­an hablado no hace mucho tiempo cuando Emily habГ­a intentado, y fallado, hacer que su madre se uniera a ella en sus celebraciones de AcciГіn de Gracias en la posada. Su madre se negГі a venir a visitar la casa en Sunset Harbor; la veГ­a como perteneciente a Roy, como un lugar del que habГ­a sido desterrada. Aun asГ­, Emily pensГі que Patricia seguГ­a siendo parte de su vida. Era el momento de enfrentarla y contarle sobre la prГіxima boda.

Emily se levantГі de la cama de Chantelle, se envolviГі en un chal y saliГі al porche. Se sentГі en la silla mecedora, se acurrucГі y mirГі la luna y las estrellas. Algo en su luz parpadeante le dio valor. Se desplazГі a travГ©s de los contactos de su mГіvil y marcГі el nГєmero de su madre.

Como siempre, Patricia contestó el teléfono bruscamente—: ¿Sí?

–Mamá—dijo Emily, inhalando, tratando de aferrarse a su coraje—. Tengo algo que decirte.

No tenГ­a mucho sentido pretender hacer una conversaciГіn educada. Ninguno de ellas querГ­a eso. Mejor ir al grano.

–¿Oh?—contestó Patricia secamente.

Emily habГ­a lanzado algunas bolas curvas a su madre durante el Гєltimo aГ±o, desde que se levantГі y dejГі su casa en Nueva York, rompiГі con Ben despuГ©s de siete aГ±os juntos, se escapГі a Sunset Harbor, abriГі una posada, y se enamorГі tan locamente de Daniel que aceptГі ayudar a criar a su hija. No era de extraГ±ar que su madre desaprobara cada una de las decisiones de Emily. Las posibilidades de que aceptara el compromiso eran escasas o nulas.

–Daniel me pidió que me casara con él—Emily finalmente se las arregló para hablar—. Y yo acepté.

Hubo una pausa, una que Emily habГ­a predicho. Su madre usaba el silencio como un arma, siempre dГЎndole a Emily suficiente tiempo para preocuparse por los pensamientos que cruzaban su mente.

–¿Y cuánto tiempo llevas saliendo con este hombre?—finalmente dijo Patricia.

–Ya casi un año—respondió Emily.

–Un año. Cuando tienes cincuenta o más para pasar juntos.

Emily dejó escapar un gran suspiro—. Pensé que estarías feliz de que finalmente me haya establecido. Siempre te gustó restregarme en la cara cuánto tiempo llevabas casada a mi edad. —Emily podía oír el tono de su voz y se estremeció. ¿Por qué su madre siempre sacaba el niño beligerante que llevaba dentro? ¿Por qué le importaba tanto conseguir su aprobación cuando a Patricia parecía importarle tan poco su hija?

–Supongo que necesita una madre para su hija—dijo Patricia.

Emily habló entre dientes—. Su nombre es Chantelle. Y no es por eso que me pidió. Me pidió porque me ama. Y yo dije que sí porque lo amo. Queremos estar juntos para siempre, así que deberías acostumbrarte.

–Ya veremos—respondió Patricia de forma monótona.

–Ojalá pudieras ser feliz por mí—dijo Emily, y su voz empezó a temblar—. Vas a ser la madre de la novia, después de todo. La gente esperará verte orgullosa y cordial.

–¿Quién dice que voy a ir?—contestó Patricia bruscamente.

Las palabras picaron a Emily como una bofetada—. ¿Qué quieres decir? Por supuesto que vendrás, mamá, ¡es mi boda!

–No hay nada de por supuesto—respondió Patricia—. Confirmaré mi invitación a la boda cuando la reciba.

–Mamá…—Emily tartamudeó.

No podГ­a creer lo que estaba escuchando. ВїSu madre no vendrГ­a realmente solo para fastidiarla? ВїQuГ© pensarГ­a la gente? Probablemente que Emily era huГ©rfana, sin su padre, sin su madre. Y sin hermana. En muchos sentidos, era huГ©rfana. Era solo ella contra el mundo.

–Bien—dijo Emily, de repente con la mejilla caliente—. Haz lo que quieras. Siempre lo has hecho. —luego terminó la llamada sin decir adiós.

Emily no querГ­a llorar. De hecho, se negГі a hacerlo. No por su madre, no valГ­a la pena. Pero por su padre, eso era otro asunto completamente distinto. Lo extraГ±aba desesperadamente, y ahora que estaba convencida de que seguГ­a vivo, querГ­a verlo con urgencia. Pero no habГ­a forma de llegar a Г©l. La mujer con la que habГ­a estado engaГ±ando a su madre habГ­a muerto hace varios aГ±os, y de todos modos, estaba tan perpleja como el resto de ellos por la desapariciГіn de Roy. Todo lo que Emily sabГ­a era que aunque no tener a su madre en la boda serГ­a doloroso, no tener a su padre allГ­ serГ­a devastador. En ese momento, Emily reforzГі su resoluciГіn de buscarlo. Alguien en algГєn lugar debe saber algo.

Emily volviГі a entrar en la posada. Estaba cansada por el largo dГ­a y subiГі las escaleras para irse a la cama. Pero cuando llegГі a su dormitorio vio que Daniel no estaba allГ­. Su pГЎnico momentГЎneo se calmГі cuando Daniel entrГі en la habitaciГіn, con el mГіvil en la mano.

–¿Dónde estabas?—preguntó Emily.

–Acabo de llamar a mi madre—respondió Daniel—. Para contarle lo de la boda.

Emily casi se riГі con sorpresa. El hecho de que ambas llamaran a sus madres simultГЎneamente como si fuera mГЎs que una coincidencia, era claramente una seГ±al de su conexiГіn mutua.

–¿Cómo fue?– preguntó Emily, aunque se dio cuenta por la expresión de Daniel que la respuesta no iba a ser buena.

–¿Cómo crees?—respondió Daniel, levantando una ceja—. Jugó la carta de Chantelle otra vez, diciendo que solo vendrá a la boda si prometemos dejarla pasar tiempo regular con Chantelle. Ojalá pudiera ver la fuerza destructiva que puede ser y entender por qué no quiero que se meta con mi hija. No mientras siga bebiendo demasiado. Chantelle necesita estar cerca de adultos sobrios después de lo que pasó con su propia madre. —Se desplomó sobre el borde de la cama—. Ella no puede ver mi punto. No lo entiende. “Todo el mundo bebe”, es lo que siempre dice. “No soy peor que los demás”. Tal vez no lo sea, pero no es lo que Chantelle necesita. Si ella se preocupara por su nieta tanto como dice que lo hace, dejaría el hábito por su bien.

Emily se subiГі a la cama detrГЎs de Г©l y le frotГі la tensiГіn de los hombros. Daniel se relajГі bajo su suave toque. Ella le dio un beso en el cuello.

–Acabo de llamar a mi madre también—dijo.

Daniel se volvió hacia ella, sorprendido—. ¿Lo hiciste? ¿Cómo fue eso?

–Terriblemente—dijo Emily, y de repente no pudo evitar reírse. Había algo oscuramente cómico en todo el asunto.

Ver a Emily disolverse en risas hizo que Daniel se quebrara. Pronto, ambos estaban riendo histГ©ricamente, compartiendo sus condolencias el uno con el otro, conectados en ese momento y superГЎndolo juntos.

–Estaba pensando—dijo Daniel una vez que su risa finalmente se había calmado—. ¿Recuerdas cuando Gus vino a quedarse?

–Sí, por supuesto—respondió Emily. El anciano caballero había sido su primer huésped real en la posada. Gracias a ese cliente se había salvado del borde de la bancarrota. También era una de las personas más encantadoras que había tenido el privilegio de conocer—. ¿Cómo podría olvidar a Gus? Pero, ¿qué pasa con él?

Daniel jugaba con su manga mecánicamente—. ¿Recuerdas cómo fue a esa fiesta en Aubrey? ¿El ayuntamiento?

Emily asintiГі, frunciendo el ceГ±o y preguntГЎndose por quГ© Daniel lo mencionaba.

–¿Alguna vez has estado?—preguntó Daniel.

Emily se volvió aún más curiosa—. ¿En Aubrey? ¿O al ayuntamiento?—luego se rió—. En realidad, nunca he estado en ninguna de las dos.

Daniel se detuvo, y de repente se quedГі en silencio. Emily esperГі pacientemente.

–El ayuntamiento celebra las bodas—dijo, llegando finalmente al punto—. Me preguntaba si deberíamos, ya sabes, hacer una cita o como se llame… ¿Con la organizadora de la boda? Eso si quieres casarte en Maine en vez de en Nueva York.

ВЎDecir que se sintiГі conmocionada era un eufemismo! Escuchar a Daniel sugerir algo relacionado con la organizaciГіn de la boda sin que ella tuviera que presionarlo fue un gran alivio para Emily.

–Sí, quiero casarme en Maine—tartamudeó Emily—. Se siente más como un hogar para mí que lo que Nueva York nunca fue. Y tengo más amigos aquí. No quiero que todos viajen hasta allí por el bien de la tradición.

–Genial—respondió Daniel, mirando tímidamente hacia otro lado.

–¿Cuándo pensabas en ir?—Emily preguntó.

–Podríamos ir el próximo fin de semana—sugirió Daniel, todavía tímido—. Llevar a Chantelle. A ella le encantaría.

«¿El próximo fin de semana?» Emily quería llorar. «¿Tan pronto?»

SentГ­a que su emociГіn crecГ­a. ВїQuГ© le habГ­a pasado a su renuente prometido? ВїQuГ© habГ­a causado un cambio tan repentino en su corazГіn? Tal vez la advertencia de Jayne era completamente infundada despuГ©s de todo. Daniel querГ­a una boda tanto como ella. Ella habГ­a sido una idiota al dudar de Г©l.

Pero tan pronto como Emily lo considerГі, sus pensamientos se voltearon en su cabeza. Se preguntaba si sus horribles llamadas a sus madres podrГ­an tener algo que ver con el repentino interГ©s de Daniel. ВїHabГ­a sido estimulado por el escepticismo de Patricia, queriendo probarse a sГ­ mismo como honorable y sus intenciones como honestas? O peor aГєn, Вїlo estaba sugiriendo para animar a Emily, como una forma de calmarla brevemente?

DespuГ©s de acordar una cita para el prГіximo sГЎbado, se metieron en la cama. Daniel se durmiГі rГЎpidamente. Pero con las preocupaciones que le rondaban la cabeza, Emily luchГі durante mucho rato antes de encontrar el sueГ±o esa noche.




CAPГЌTULO CINCO


Serena entrГі en la posada para su turno el sГЎbado por la maГ±ana temprano, con los brazos cargados de revistas.

–El árbol se ve muy bien—dijo mirando el enorme árbol de Navidad.

–¿Qué es eso?—Emily preguntó desde su lugar detrás del escritorio del vestíbulo.

Serena se acercГі al escritorio y tirГі las revistas delante de Emily. Eran catГЎlogos de boda.

–Oh—dijo Emily, un poco sorprendida. Llevaba comprometida una semana entera y aún no había mirado ni una sola revista.

–Pensé que podrías necesitar algo de inspiración—dijo Serena.

Emily hojeó una de ellas, apenas viendo las fotos—. En realidad, Chantelle hizo toda esta lista de cosas para que hagamos. Lo primero en su lista es el lugar.

Serena se rió—. Sí, ella me mostró. Me encanta lo involucrada que está. ¿Tienes algún sitio en mente?

Emily sonrió—. En realidad, tenemos una cita en una hora.

–¿En serio?—exclamó Serena con los ojos abiertos de par en par por la emoción.

Por primera vez desde la propuesta, Emily sintiГі un revuelo de excitaciГіn vertiginosa en su estГіmago ante la idea de organizar la boda, de caminar por el pasillo.

–Es en Aubrey—continuó Emily—. Fue una sugerencia de Daniel, ese ayuntamiento del que Gus y sus amigos no podían dejar de hablar.

Justo entonces, escuchГі el sonido de Daniel bajando la escalera y mirГі detrГЎs de ella. Se habГ­a puesto su mejor camisa a cuadros e incluso se habГ­a peinado hacia atrГЎs. Emily sonriГі para sГ­ misma, complacida de saber que Г©l al menos se esforzaba un poco. Serena moviГі sus cejas, sonriendo con aprobaciГіn.

–Chantelle está eligiendo qué zapatos usar—dijo Daniel mientras llegaba al último escalón.

Emily notГі que su mirada caГ­a sobre la revista brillante en sus manos. Estaba abierta sobre una tirada de hermosos vestidos de novia. Emily no podГ­a estar segura, pero creyГі ver un parpadeo de sorpresa en los ojos de Daniel, y se preguntГі quГ© significaba. ВїNo habГ­a pensado en una boda blanca, en ella con el tГ­pico vestido y velo, Г©l con un traje negro? ВїHabГ­a pensado que se casarГ­an con sus vaqueros y camisas habituales? Ella cerrГі la revista con una repentina irritaciГіn.

Un momento despuГ©s Chantelle apareciГі en lo alto de las escaleras. Se habГ­a puesto uno de sus vestidos mГЎs elegantes, pantimedias blancas, y unos bonitos zapatos de barra brillante. ParecГ­a una muГ±eca de porcelana. Emily no pudo evitar su deleite al ver lo mucho que esto significaba para Chantelle. Al menos alguien se estaba metiendo en el espГ­ritu de la ocasiГіn.

Emily agarrГі su bolso y su chaqueta y, dejando la posada en las capaces manos de Serena, guiando a su familia a la puerta y a la camioneta.

–¿Estás emocionada por ver el lugar?—Emily le preguntó a Chantelle, mirando por el espejo retrovisor a la chica del asiento trasero mientras Daniel llegaba a la calle principal.

–¡Sí!—Chantelle exclamó—. ¡Y por probar la comida!

Emily se habГ­a olvidado de la degustaciГіn del menГє. Se preguntaba si serГ­a capaz de probarlo; estaba tan nerviosa por su primer encuentro con una organizadora de bodas real que le daba nГЎuseas.

DespuГ©s de 20 minutos de viaje a Aubrey, llegaron al lugar. Chantelle parecГ­a la menos nerviosa de todos. SubiГі los escalones de piedra, exclamando con placer las cestas colgantes y las vidrieras. Emily pensГі que el lugar se veГ­a hermoso desde afuera; era viejo y de aspecto muy clГЎsico. HabГ­a grandes franjas de hierba rodeГЎndolo, con manzanos que se verГ­an encantadores en las fotos de la boda.

Fueron recibidos en la puerta por una joven elegantemente vestida llamada Laura. Ella los llevГі adentro.

Emily jadeГі al observar la grandeza del lugar. PodГ­a imaginГЎrselo ahora, la ceremonia, los invitados, el baile. Por primera vez tuvo una imagen mental de lo que podrГ­a parecer casarse con Daniel, llevar el hermoso vestido y caminar por el pasillo con sus seres queridos mirando. SintiГі que su aliento se le atascaba en los pulmones.

–¿Les gustaría tomar asiento?—dijo Laura, haciendo un gesto hacia donde estaba el buffet de degustación.

Todos se sentaron, excepto Chantelle, que se paseГі por el lugar evaluando su tamaГ±o y decoraciГіn, desde las alfombras hasta las obras de arte.

–No te preocupes—le dijo Emily a Laura con una sonrisa—. Ella es nuestra supervisora.

Emily y Daniel probaron la primera serie de platos principales, que estaban presentados en pequeГ±os trozos del tamaГ±o de un bocado. Emily no pudo evitar sentirse muy extraГ±a en esta situaciГіn. No podГ­a decir si eran los nervios de Daniel o solo los suyos, pero se sentГ­a extraГ±a al estar sentada a su lado en este ambiente formal, tomando bocado tras bocado de platos de diferentes sabores. Era como si no pertenecieran a este lugar, como si estuvieran muy fuera de lugar. Emily apenas podГ­a mirarlo mientras iban a travГ©s de todas las opciones de comida.

Afortunadamente, Chantelle aliviГі parte de la presiГіn con sus payasadas. Estaba en buena forma, caminando a zancadas como si fuera la dueГ±a del lugar, haciendo afirmaciones sobre quГ© comidas le gustaban y cuГЎles no.

–Creo que deberías comer esto para empezar—dijo con decisión, señalando los bocados de tomate y mozzarella—luego el pescado como el plato principal, y para el postre…—se golpeó la barbilla. Claramente esto requería un poco más de reflexión—. Ve por el pastel de queso.

Todos se rieron.

–¡Pero has elegido las tres cosas más caras del menú!—señaló Emily riéndose.

Laura pareció tomar eso como una señal para tocar el tema del dinero—. ¿Han decidido sobre el presupuesto para la comida?—preguntó.

–Aún no hemos decidido el presupuesto de la boda—bromeó Daniel, pero Emily no podía ver el lado divertido. Se sentía demasiado cerca del hueso. ¿Por qué no lo habían decidido aún? ¿Por qué no habían decidido nada todavía? En realidad, después de decidir hacer esta cita, no se habían sentado de nuevo a discutir nada.

–Bueno, por ahora está bien—dijo Laura, brindándoles una sonrisa de profesionalidad—. Lleva algún tiempo resolver todas estas cosas. Supongo que no tienen idea de cuántos invitados tendrán. El lugar de reunión puede albergar a doscientos.

–Oh, um…—Emily se rascó el cuello. Si no sabían si sus propias madres vendrían, ¿cómo diablos iban a saber de los otros invitados?—Todavía estamos finalizando los números.

–No hay ningún problema—dijo Laura, inclinando los ojos hacia su carpeta anillada, que contenía fotos brillantes de alimentos, flores y decoraciones, junto con una lista de precios y personalizaciones.

Aunque todavГ­a tenГ­a esa sonrisa profesional robГіtica en su cara, Emily podГ­a leer en sus ojos una creciente exasperaciГіn. Se debГ­a estar preguntando cГіmo les iba a ayudar a organizar algo si no sabГ­an ni siquiera lo bГЎsico.

–Nuestro diseño sugerido sería con la mesa principal por allí—explicó Laura, señalando hacia el área del escenario en la parte de atrás de la sala—. Eso es normalmente para los novios, las damas de honor, los padrinos, la familia. Pueden tener una mesa pequeña para solo seis, o una mesa grande para hasta dieciséis. ¿Tienen una idea aproximada de los números?

Emily sintiГі que su pecho se estrechaba. Esto era un desastre. Y Daniel parecГ­a mГЎs nervioso que ella. De hecho, parecГ­a totalmente incГіmodo.

–Es un poco complicado—explicó Emily—. Con nuestras familias. Tal vez deberíamos seguir adelante y volver a eso un poco más tarde.

No podГ­a soportar mГЎs la tensiГіn. Laura tambiГ©n parecГ­a nerviosa, al darse cuenta de que no estaba tratando con lo de siempre.

–Sí, por supuesto. —Rápidamente hojeó varias páginas de su carpeta—. Así que tenemos las grandes puertas dobles de allí. Pueden dejarse abiertas si hace buen tiempo. ¿Esperan una boda en primavera o en verano, o son más bien una pareja de otoño/invierno? Tenemos todo reservado para la primavera y el verano del año que viene, así que tendrían que esperar, pero tenemos plazas disponibles para el otoño y el invierno.

Emily vio la reacciГіn de Daniel a la noticia de que su boda podrГ­a tener lugar el prГіximo septiembre. Se puso completamente pГЎlido. Verlo hizo que Emily se pusiera aГєn mГЎs nerviosa.

Chantelle parecГ­a estar captando la tensiГіn. Su tonta confianza estaba disminuyendo. SeguГ­a mirando de Emily a Daniel, su entusiasmo se desvanecГ­a con cada momento que pasaba.

–Tal vez deberíamos guardar tu tarjeta por el momento—le dijo Emily a Laura—. Nos ponemos de acuerdo cuando sepamos algunos detalles más. —se puso de pie abruptamente.

–Oh, está bien—dijo Laura, sorprendida, dejando caer su carpeta en su prisa por ponerse de pie y estrechar la mano de Emily.

Emily lo hizo muy rГЎpido. Luego saliГі corriendo del lugar, dejando a Daniel atrГЎs para estrechar la mano de Laura con la misma rapidez. SaliГі corriendo por las puertas y subiГі los escalones, escuchando el sonido de la voz distante de Daniel explicando a Laura que estarГ­an en contacto.

Afuera, en el frГ­o, Emily contuvo sus lГЎgrimas. Se estremeciГі hasta la mГ©dula. No solo por su falta de planes, o por la tranquilidad general de Daniel en los Гєltimos dГ­as, sino por los gestos casi imperceptibles que estaba haciendo y lo que ella dedujo de ellos. ВїDaniel querГ­a casarse con ella o la propuesta fue un momento impulsivo en el que se vio envuelto? ВїLa realidad de elegir una fecha en un futuro no muy lejano le daba miedo? ВїY si tomaba la cobarde decisiГіn de retrasar la boda unos aГ±os, dejГЎndola en el limbo, alargando el compromiso tanto como fuera posible, tal y como Jayne habГ­a advertido?

–Emily—Daniel intentó llamarla mientras él y Chantelle se unían a ella.

Ella sintiГі las puntas de sus dedos rozar su mano pero se alejГі, no queriendo su toque en este momento.

Daniel no lo intentГі de nuevo. Ella lo escuchГі suspirar. Entonces, en silencio, todos se subieron de nuevo en la camioneta.

El humor en el camino a casa no pudo ser mГЎs diferente del humor en el camino hacia allГ­. Era casi como si el aire estuviera impregnado de ansiedad. El lindo traje de Chantelle de repente parecГ­a una fachada, como si la hubieran vestido para engaГ±ar a Laura para que los viera como cualquier otra familia feliz y sin complicaciones cuando en realidad eran todo menos eso. Sus pasados, el de ella, el de Daniel, incluso el de Chantelle, lo complicaban todo. Y lo que es peor, su pasado complicaba sus seres, sus personalidades, sus habilidades para lidiar con la presiГіn y el estrГ©s, sus habilidades para relacionarse con los demГЎs.

Por lo que parecГ­a la centГ©sima vez desde que se lo propuso, Emily se preguntГі quГ© estaba pasando realmente dentro de la cabeza de Daniel.




CAPГЌTULO SEIS


Cuando Emily le contГі a Daniel su deseo de adoptar a Chantelle, contactaron a su amigo Richard Goldsmith, que era un abogado de la ciudad. HabГ­an tenido una charla informal en la posada con cafГ© y pastel. Pero esta vez, su reuniГіn se llevaba a cabo en su oficina en la ciudad. Ahora se sentГ­a serio y muy real.

Emily se alisГі la falda nerviosamente mientras ella y Daniel entraban en la lujosa oficina, que parecГ­a sacada de un libro de cuentos, situada en un viejo edificio de ladrillos rojos cubierto de hiedra trepadora. Emily no podГ­a apartar sus sentimientos de aprensiГіn. ВїY si Richard tenГ­a malas noticias? ВїY si nunca serГ­a capaz de convertirse en la verdadera madre legal de Chantelle como la niГ±a parecГ­a desear tanto como la propia Emily?

La recepcionista, una joven pelirroja, les dio la bienvenida con una dulce y tranquilizadora sonrisa.

–El Sr. Goldsmith estará con ustedes en breve—dijo ella, sin necesidad de que se presentaran—. Acaba de ser retenido con otro cliente.

Emily se retorcГ­a y se mordГ­a el labio. Cliente. Se sentГ­a extraГ±o pensar en sГ­ misma de esa manera. Pero eso es lo que era, y lo que debГ­a ser para lograr su objetivo. Tener la custodia legal de Chantelle ya no era solo cuestiГіn de charlar con un conocido en su porche con un cafГ©. InvolucrarГ­a a abogados y cortes, jueces y documentaciГіn legal. Esto era real y ella necesitaba acostumbrarse a ello.

Emily se sacudiГі. Ella podrГ­a manejar esto. TenГ­a que hacerlo; amaba a Chantelle demasiado para fallar, para desmoronarse bajo la presiГіn. Pero habГ­a otra parte de Emily que aГєn se tambaleaba por el viaje fallido del sГЎbado al lugar de la boda y la forma en que Daniel se habГ­a callado ante la mera sugerencia de elegir una estaciГіn durante la cual se casarГ­an. Si estaba cambiando de opiniГіn sobre esto, tenГ­a que ser valiente y decГ­rselo antes de que las cosas se pusieran serias, antes de que se firmaran los contratos y sus corazones estuvieran demasiado en juego para volverse atrГЎs. Las palabras de su familia y amigas aГєn revoloteaban en la mente de Emily, que Daniel la estaba usando porque querГ­a que alguien criara a Chantelle por Г©l, que Emily se lo habГ­a puesto demasiado fГЎcil. Le habГ­a dejado vivir sin pagar alquiler en su propiedad, habГ­a acogido a su hija sin dudarlo, y le habГ­a perdonado tan rГЎpidamente esas largas seis semanas durante las cuales habГ­a dado prioridad a su hija sobre ella. Pero lo que no aceptaban o entendГ­an era cГіmo todas esas cosas hacГ­an que ella lo amara mГЎs: su ingenio y resistencia durante los aГ±os que viviГі en la cochera, el cuidado que le mostrГі a la propiedad durante las dГ©cadas que estuvo vacГ­a, manteniГ©ndola en caso de que Roy Mitchell regresara, y el hecho de que habГ­a dado un paso adelante por Chantelle sin dudarlo, demostrando ser un hombre de verdad, del tipo que no eludГ­a sus responsabilidades, que ponГ­a las necesidades de su hija por encima de las suyas.

La puerta de la oficina de Richard se abriГі de repente, haciendo que Emily saliera de los pensamientos en los que estaba absorta. Richard se parГі en la puerta mientras estrechaba la mano de una mujer pequeГ±a y rubia que se escabullГ­a en un paГ±uelo desechable. Le recordГі a Emily instantГЎneamente a Sheila. Una ola de culpa se estrellГі sobre ella.

Emily no podГ­a oГ­r las palabras en voz baja de Richard, pero captГі su tono tranquilizador. Entonces Г©l se despidiГі de la mujer y ella pasГі por delante de ellos, saliendo por la puerta rГЎpidamente.

Una vez que se fue, Richard se volvió hacia Emily y Daniel—. Por favor, pasen.

–¿Está ella bien?—Emily preguntó mientras lo seguían a su oficina.

Estaba preocupada por la mujer que acababa de salir, pero tambiГ©n tenГ­a curiosidad por el motivo de sus lГЎgrimas. Tal vez ella estaba a punto de entrar en una batalla judicial como ellos, solo que ella estaba en la otra cara de la moneda, la cara en la que se le revocaba la tutela legal. ВїEra justo? ВїHabГ­a hecho algo para merecerlo, drogas, abandono? ВїAlguien se lo merecГ­a?

Pero entonces recordГі a Chantelle. No, no era justo. Pero esto no se trataba de lo que era justo, sino de lo que era correcto.

–Me temo que no puedo discutir eso—dijo Richard, poniendo fin al salvaje vuelo de fantasía de Emily. Se acomodó en su gran silla de cuero y ajustó las piernas de su traje gris—. Tengo que mostrar el mismo nivel de confidencialidad a todos mis clientes. Estoy seguro de que lo entienden.

El malestar de Emily volviГі abruptamente al oГ­r esa palabra de nuevo. Cliente. Le recordГі lo serio que era esto. Estaban pagando por esta reuniГіn, por la experiencia de Richard y su tiempo. Todo se habГ­a vuelto repentinamente muy formal. Emily se preguntГі si deberГ­a haber usado un traje.

Daniel parecГ­a igual de incГіmodo a su lado. Se dio cuenta por la forma en que se movГ­a y jugueteaba con los botones de su camisa. Ambos estaban fuera de su zona de confort en la oficina de Richard.

Richard se quitó las gafas y levantó la vista de su expediente—. Así que hay dos opciones a considerar aquí. En parte se reduce a la semántica, pero hay algunas diferencias cruciales entre los dos cursos de acción que podemos tomar.

–¿Cuáles son?—preguntó Emily.

–Tutela o adopción—concluyó Richard—. La tutela, en su forma básica, simplemente establecería una relación legal entre Chantelle y Emily pero no terminaría la relación legal de Sheila con su hija. Por otro lado, con la adopción, todos los derechos y obligaciones de Sheila sobre Chantelle cesarían y Emily sería considerada en adelante su madre. En otras palabras, ella sería un sustituto de Sheila en todos los sentidos legales. La adopción tiene la intención de crear un hogar permanente y estable, por lo que necesitaríamos que Sheila renunciara a sus derechos sobre Chantelle, y que entendiera que esto sería irrevocable.

Emily asintiГі, dejando que sus palabras penetraran. PensГі en Chantelle en su habitaciГіn pidiГ©ndole que prometiera que Sheila nunca volverГ­a.

–Chantelle no quiere una relación con su madre—explicó Emily.

–Pero una tutela sería mucho más fácil de asegurar—contestó Richard, doblando las manos sobre el escritorio—. Si Sheila no está preparada para renunciar a sus derechos sobre Chantelle, lo cual por lo que me has dicho de ella hasta ahora no querría hacer, tendremos que probar que Chantelle no solo estaría mejor contigo, sino que Sheila no es apta para cuidarla, y que permitirle cualquier tipo de contacto con su madre le causaría daño.

–Me ha dicho una y otra vez que quiere que yo sea su verdadera madre—dijo Emily—. Que no quiere volver a ver a Sheila nunca más.

Daniel parecía incómodo—. No creo que sea correcto eliminar a Sheila por completo.

Richard los escuchó en silencio—. Esto no se trata de derechos de visita ni nada de eso. Si te conviertes en la madre legal de Chantelle, dependerá de ti si ella vuelve a ver a Sheila. A menos que estés planeando pedir una orden de restricción contra ella. Esto es solo sobre la legalidad, sobre quién toma las decisiones sobre su cuidado.

Se sentГ­a demasiado clГ­nico. ВїCГіmo podrГ­an la vida y el bienestar de un niГ±o ser considerados solo una legalidad? Era su corazГіn del que hablaban. No habГ­a manera de separar sus emociones. Era imposible.

Emily tocГі la mano de Daniel ligeramente.

–Tiene que ser una adopción completa—explicó—. De lo contrario, Sheila podría alejarla de nosotros algún día. Chantelle se despierta gritando en la noche sobre esa posibilidad. Me ha pedido una y otra vez que la proteja de Sheila. Me ha preguntado si puedo ser su madre. Sé que solo tiene siete años, pero esa niña está segura.

Daniel finalmente cediГі con un simple y triste asentimiento. Emily se sintiГі mal por Г©l, pero al mismo tiempo estaba segura de que era lo correcto por el bien de Chantelle.

–Vamos a ir a la adopción—confirmó Daniel.

Richard asintió—. Cada estado tiene un proceso diferente—explicó—. Pero aquí en Maine, tendríamos que presentar una petición de cesión a Sheila. Los tribunales le entregarían los papeles, entonces tendría derecho a asesoramiento, habría una reunión de mediación frente a un magistrado de derecho de familia con el objetivo de llegar a una resolución pacífica. Finalmente, se fijaría una fecha para que el juez tome una decisión. Por supuesto, si Sheila da su consentimiento, las cosas irán más tranquilas. Si ella pelea la petición entonces las cosas tomarán más tiempo ya que habrá una audiencia sumaria, una audiencia de riesgo, una revisión judicial, y finalmente una audiencia de planificación de permanencia.

–¿Qué costos implica?—preguntó Daniel.

–Algunos—explicó Richard—. Pero no son tan grandes como se esperaría. Estamos hablando de unos doscientos dólares por reunión, así que serán menos de mil dólares en total.

Mil dГіlares. Era todo lo que se necesitarГ­a para hacer de Chantelle su hija. Mil dГіlares, mГЎs semanas y meses de angustia.

–Daniel—dijo Richard con cierta solemnidad—debo dejar claro que tu condena previa no te hará ningún favor.

–¿Condena previa?—Emily tartamudeó.

–Te conté—dijo Daniel en voz baja y avergonzado—. Cuando defendí a Sheila. De su ex-marido. Lo recuerdas.

–¿Fuiste a la corte por eso?—preguntó Emily. No se había dado cuenta de que había sido tan grave. Asumió que Daniel acabó recibiendo una palmada en la mano por parte de la policía local y se fue.

Se moviГі incГіmodamente en su asiento, tambaleГЎndose.

Richard tosiГі y siguiГі adelante. No parecГ­a estar perturbado. Probablemente lo habГ­a visto todo en su oficina.

–Lo que realmente te ayudaría, Daniel, es que mostraras que tienes un empleo remunerado.

–Lo tiene—dijo Emily—. Trabaja para mí.

–Sin embargo, no está en tu nómina—explicó Richard—. El trabajo en equipo no se ve muy bien. Tiene que ser consistente. De nueve a cinco preferiblemente.

–Bien—dijo Daniel, sonando resuelto—. Lo haré si eso ayuda.

Emily se sintiГі repentinamente aprensiva. Daniel siempre habГ­a estado disponible para ella. La suya era una sociedad al cincuenta por ciento. ВїCГіmo se las arreglarГ­a con Г©l fuera de la casa todo el dГ­a? EstarГ­a solo ella al cuidado de Chantelle. Pero la presiГіn por una adopciГіn completa venГ­a de ella. Si Daniel se salГ­a con la suya, tomarГ­an la ruta menos dramГЎtica yendo por la tutela. Esto era por ella.

Richard cerró su expediente y se ajustó las gafas a la nariz—. Bueno, los siguientes pasos son que yo prepare la documentación, presentar la solicitud legal al abogado de Sheila. Entonces estaré en contacto con más noticias. Debo advertirles que esto despertará mala sangre a corto plazo. Deben prepararse para un poco de drama.

Daniel apretГі el brazo de Emily para tranquilizarla.

–Podemos manejarlo—le dijo Emily a Richard—. Por Chantelle, podemos manejar cualquier cosa.




CAPГЌTULO SIETE


Con las palabras de Richard Goldsmith aГєn sonando en sus oГ­dos, Emily y Daniel volvieron a la posada, esperando un momento de tranquilidad para reflexionar sobre su situaciГіn. En cambio, encontraron que la posada estaba llena de actividad.

Los varios huГ©spedes que habГ­an llegado el fin de semana estaban siendo atendidos en el comedor por Matthew, el joven chef que Emily habГ­a contratado a tiempo completo para ayudar a Parker ahora que habГ­an empezado a servir almuerzos y cenas. Colin, que todavГ­a ocupaba la cochera y ahora tomaba la mayorГ­a de sus comidas en la posada, estaba entre ellos, su hermoso rostro atrayendo las miradas de las mujeres a las que parecГ­a impenetrable.

Colin se habГ­a aislado desde el DГ­a de AcciГіn de Gracias. Siempre desaparecГ­a a la cochera tan pronto como terminaba de comer para sumergirse una vez mГЎs en su trabajo. Su elegante apariencia era la comidilla del pueblo (entre las residentes femeninas al menos), y su tranquila melancolГ­a solo aГ±adГ­a mГЎs misterio. Emily sabГ­a que se habГ­a separado recientemente de su esposa y se preguntaba si se habГ­a lanzado a su trabajo (sea lo que sea) en un intento de alejar su mente de sus problemas. Su cabeza siempre estaba enterrada en su portГЎtil. Eso o estarГ­a garabateando furiosamente en un bloc de notas, tal como lo hacГ­a ahora en su mesa en un rincГіn del comedor. Emily estaba intrigada sobre cuГЎl podrГ­a ser su trabajo, pero por supuesto no querГ­a ser entrometida y preguntar.

Mientras Daniel y Emily caminaban por el pasillo, Emily notГі a una joven con mallas de brillantes patrones parada en la recepciГіn vacГ­a esperando ser atendida. El turno de Serena habГ­a terminado y era Lois, la chica nueva que solo llevaba una semana con ellos, la que se suponГ­a que iba a cubrir los deberes de la recepciГіn. Pero no se la veГ­a por ningГєn lado. Emily mirГі la antigГјedad de bronce oxidado que habГ­a comprado en la tienda de Rico sentada sobre la pesada tapa de mГЎrmol. El robo no estaba exactamente en su lista de preocupaciones en un lugar como Sunset Harbor, pero nunca se podГ­a ser demasiado cuidadoso.

–Lo siento mucho—le dijo Emily a la mujer que esperaba, corriendo detrás del escritorio con prisa—. ¿Puedo ayudarla?

–Soy Tracey—dijo la mujer bajita, radiante y con su pelo largo y tímido—. La nueva profesora de yoga.

–¡Oh!—exclamó Emily, notando por primera vez la estera de yoga enrollada bajo el brazo de la mujer.

A Emily se le habГ­a olvidado por completo que habГ­a organizado clases de yoga en el salГіn de baile como una forma de obtener un poco mГЎs de ingresos. Ella y Tracey habГ­an acordado por telГ©fono que el veinte por ciento de las ganancias irГ­an a la posada, pero como las clases de Tracey eran solo de 10 dГіlares y solo Karen y Cynthia habГ­an mostrado hasta ahora algГєn interГ©s, Emily no esperaba que se convirtiera en una gran fuente de ingresos.

Aun asГ­, en la primera reuniГіn, Tracey parecГ­a ser una presencia calmante y tranquilizadora en la posada. Emily estaba contenta de saber que habrГ­a otra persona en el lugar ya que Daniel pronto estarГ­a ausente mГЎs a menudo.

Emily llevГі a Tracey al salГіn de baile.

–Es mucho más hermoso de lo que esperaba—dijo Tracey con su melodiosa voz mientras miraba a su alrededor, viendo los pisos pulidos y las hermosas ventanas de vidrio de Tiffany—. Este es un ambiente muy relajante—continuó—. Inspirador. —Cerró los ojos, respiró profundamente y luego acotó lentamente—. Sí, esto servirá. La habitación tiene un aura maravillosa.

Emily se las arreglГі para contener su sonrisa. Luego dejГі a Tracey para preparar su estaciГіn de yoga y se apresurГі a la recepciГіn aГєn no tripulada para tomar el telГ©fono que sonaba.

–La posada de Sunset Harbor—dijo distraída por el hecho de que Daniel no estaba en ningún sitio.

MirГі a su alrededor, buscando, y luego lo vio a travГ©s de la puerta parcialmente abierta de la sala de estar. Estaba encorvado sobre una copia de la Gaceta de Sunset. Su bГєsqueda de trabajo ya habГ­a comenzado, Emily se dio cuenta, y aunque lo admiraba por haberse puesto a ello, no pudo evitar proyectar su mente en un futuro en el que Г©l nunca estarГ­a disponible, y eso le causГі angustia.

–Lo siento, ¿qué?—dijo Emily, al darse cuenta de que no había escuchado ni una palabra de la voz del otro lado de la línea—. Oh, no, estoy perfectamente feliz con mi actual proveedor de Wi-Fi.

ColgГі, su mirada aГєn se centraba en Daniel y en la intensidad de su bГєsqueda de trabajo. En ese momento Lois saliГі, bajando las escaleras en un momento de agitaciГіn.




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